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66th IFLA Council and General
Conference

Jerusalem, Israel, 13-18 August

 
 


Code Number: 066-123-S
Division Number: IV
Professional Group: Bibliography
Joint Meeting with: -
Meeting Number: 123
Simultaneous Interpretation: No

Dos Bibliotecas Centrales Nacionales en Italia: ¿Cooperación o Competición

Maria Patrizia Calabresi
Biblioteca Nazionale Centrale - Rome
Rome, Italy


Paper

Existen en Italia seis Bibliotecas Nacionales y dos Bibliotecas Centrales Nacionales, una en Roma y otra en Florencia. ¿Porqué?

Esta situación, se debe fundamentalmente a razones históricas: las antiguas bibliotecas establecidas en las ciudades que actuaban de capitales en los estados que existían antes de la reunificación y caracterizadas por distintas tradiciones, fueron consideradas como depositarias de la producción intelectual y cultural y, reconocidas como bibliotecas nacionales.

En la segunda mitad del siglo XIX y después de la Guerra de Independencia, Italia dejó de ser solo una "expresión geográfica" y, en 1861 ya tenía la consideración de nación. Sólo después de la unificación política, llegó la necesidad de la unificación cultural, y era necesario tener una biblioteca nacional que representara esta unión.

De 1861 a 1870, Roma era todavía parte del Estado Papal y, Florencia, la primera capital del Reino Unido de Italia. La primera Biblioteca Nacional fue fundada en Florencia. En el año 1870 las tropas Piamontesas e Italianas ocuparon Roma y la declararon capital de la Italia Unificada. El gobierno italiano, en compensación, creó otra Biblioteca nacional en Roma, que era en realidad un añadido a la única existente ya en Florencia.

La Biblioteca Nacional de Florencia es el resultado de la fusión de dos importantes bibliotecas: La Biblioteca Magliabechiana (Biblioteca Pública Florentina) y la Biblioteca Palatina (Biblioteca del Palacio Pitti). Antonio Magliabechi, 1633-1714, hombre importante y apasionado de las letras que, dedicó toda su vida a la lectura y a recopilar libros, consideró lo que para su época sería una "biblioteca de estudio". Su interés era únicamente cultural y erudito y, recordaba perfectamente el contenido de todos sus libros, que comprendían todas las literaturas y todas las lenguas conocidas en su época. Dedicó atención especial a los temas e intereses italianos. Dejó a los florentinos un importante legado de libros impresos y manuscritos -- en particular a los "hombres pobres" para "promover el estudio, las virtudes, la ciencia y el bienestar general de su querida tierra".

La biblioteca que se había establecido dentro de Uffizi y, que fue mejorada por el Gran Duque de Lorraine, se cerró después de la muerte del Gran Duque Gian Gastone de Medici, último de la dinastía de los Medici. En el año 1747 está biblioteca se abrió al público, respetando la intención original de Magliabechi. El Gran Duque Francesco de Lorraine, mostró gran interés por las bibliotecas florentinas y agregó los libros comprados en Luneville Castle y los que había dejado el Elector Palatino (el último heredero de los Medici) en el Palacio Pitti. La Biblioteca Palatina abrió sus puertas al público en 1756.

Durante el siglo XIX y los primeros años del XX, a la colección original de la familia Medici y Lorraine en la Biblioteca Palatina se añadieron importantes adquisiciones y donaciones de varias bibliotecas privadas. Al mismo tiempo, la Biblioteca Magilabechiana se enriqueció con las colecciones incautadas a las instituciones religiosas (en 1808) y por la fusión de las academias florentinas.

La Biblioteca Palatina permaneció en el Palacio Pitti hasta 1816, en este año fue trasladada al edificio que albergaba la Biblioteca Pública de Florencia. Pero esta biblioteca, se mantuvo separada de la colección Magliabechiana. La fusión de estas dos bibliotecas en 1862, fue idea de Francesco de Sanctis, que pretendía crear la Biblioteca Nacional. Con la unión de estas dos colecciones-- de naturaleza tan diferente (la Palatina nació como una biblioteca dinástica y la Maglibechiana como una biblioteca privada de un hombre culto) -- se originaba la biblioteca más representativa de la cultura y tradición italiana hasta ese momento. Además, la extraordinaria calidad de sus ejemplares hizo que fuera una de las colecciones más importantes.. Esta calidad se ha mantenido hasta ahora y además desde 1869 la Biblioteca Central Nacional en Florencia ha recibido un ejemplar de todas las publicaciones impresas en Italia.

La Biblioteca Nacional de Roma se fundó en 1875 y, la inauguración tuvo lugar el 14 de marzo de 1876 en el Colegio romano, que antes había sido Convento y Colegio Jesuítico. Las colecciones iniciales procedían de la "Biblioteca Major" y de las Bibliotecas del Claustro de los Jesuitas, confiscadas por el gobierno italiano en 1873. El derecho al depósito legal se concedió en 1880.

En los años siguientes, la biblioteca de Roma incrementó su fondo con importantes colecciones, tales como la Miscellanea de Giacomo Dina, la colección Oriental de Carlo Valenziani, la de Giuseppe Ceccarelli ("Ceccarius", una biblioteca con publicaciones referidas a Roma) y, la biblioteca privada de Enrico Falqui. La colección de manuscritos incluye códices antiguos así como documentos de autores modernos y contemporáneos (D'Annunzio, Morante, Onofri, Pasolini). También es digna de mención la sección de Roma, así como otras colecciones especiales (cartografía, de China, Japón, Mundo árabe y la Colección eslava).

En los años 40 y, debido al crecimiento de las colecciones y de su uso por los lectores, el edificio del Colegio Romano resultaba inadecuado para atender la demanda. Estaba claro que era absolutamente necesario un edificio nuevo. Será en el año 1975 cuando se abran las puertas del nuevo edificio en el Castro Pretorio. En 1989 un Decreto ministerial crea el Centro de Estudio de Manuscritos, para recoger los microfilms de todos los manuscritos disponibles en las bibliotecas italianas.

El desarrollo de las colecciones en la Biblioteca Central Nacional de Roma se ha hecho mediante el depósito de derechos de autor, la donación y las compras, lo que ha hecho de esta biblioteca una de las más importantes para estudiantes e investigadores en el ámbito de las Humanidades. Hay que añadir, que la Biblioteca Central Nacional de Roma ha representado un papel importante ofreciendo servicios de biblioteca pública y, la utilizan un gran número de estudiantes (debido a que está situada muy cerca de la Universidad).

Las actividades científicas y promocionales se han llevado a cabo mediante la organización de exposiciones bibliográficas y la publicación de catálogos de las bibliotecas italianas. Mención especial merece el "Indice General de Incunables" (I.G.I.). La creación de un Centro de Información Bibliográfica en 1931 ha hecho también que la Biblioteca sea un punto importante de referencia para los usuarios nacionales y extranjeros. Se le ha encomendado la tarea de elaborar el "Index Traslationum" de las traducciones al italiano, publicado por la UNESCO.

Ambas bibliotecas - la de Florencia y la de Roma - se denominan Bibliotecas Centrales Nacionales, para enfatizar su significado de centros nacionales culturales y de investigación científica. La Biblioteca Central de Roma, junto con su hermana, la Biblioteca Central de Florencia están designadas como bibliotecas depositarias de las obras con derechos de autor y deben ofrecer una completa documentación de la cultura Italiana así como una cobertura extensiva de la literatura extranjera. Ambas, se encargan también de apoyar y coordinar los servicios bibliográficos nacionales.

El Estatuto de 1885 y su confirmación de 1967, define las tareas y funciones de las dos Bibliotecas Centrales Nacionales. La Biblioteca de Florencia tiene una dedicación especial a la conservación y catalogación de toda la producción de las publicaciones italianas, mientras que a la Biblioteca de Roma se le encomendó la tarea de recoger todas las evidencias de la cultura italiana en las publicaciones extranjeras. La regulación del gobierno sobre bibliotecas plasmado en un decreto real de octubre de 1885, en su artículo 62, hace responsable a la Biblioteca Central de Roma de la compilación del "Boletín de publicaciones extranjeras modernas adquiridas por las Bibliotecas del Estado" (B.O.M.S.) y a la Biblioteca Central Nacional de Florencia la responsabilidad de editar el "Boletín de las publicaciones italianas recibidas en virtud de los derechos de imprenta".

Desde 1886, la Biblioteca Central Nacional de Roma ha compilado y editado el B.O.M.S., catálogo en curso de las publicaciones extranjeras que se encuentran en las 37 bibliotecas más importantes de Italia. Se han editado volúmenes acumulativos impresos del Boletín, pero en estos momentos ya se está preparando su edición en CD-ROM.

El 15 de enero de 1886, apareció por primera vez el Bolletino delle publicazioni italiane ricevute per diritto di stampa dalla Biblioteca Nazionale Centrale di Firenze. Hasta el año 1900, la publicación sé editada cada dos meses, pero a partir de esta fecha se convirtió en mensual. Desde el año 1958 se han elaborado volúmenes acumulativos y diez suplementos.

En enero de 1958, el Bolletino cambió su nombre por el de Bibliografia Nazionale Italiana (Bibliografía Nacional Italiana). La Biblioteca Central de Florencia continúo elaborando el Bolletino, pero quien se responsabilizó de la publicación de la información fue el Instituto Central del Catálogo Colectivo de Bibliotecas y de Información Bibliográfica (I.C.C.I.), que se fundó en 1951 para coordinar las actividades catalográficas de las bibliotecas italianas.

En el año 1975 y en cooperación con la Library of Congress se introduce un programa nuevo denominado ANNAMARC, que ofrece un formato MARC adaptado a las prácticas catalográficas italianas. Desde el año 1981, la Bibliografia Nazionale Italiana se elabora conforme a las Regole italiane di catalogaziones per autori (RICA) (normas de catalogación italianas) y en 1984 se incorporaron las normas descriptivas ISBD.

Existe una cooperación real y válida entre bibliotecas en Italia y, se han realizado algunos intentos de crear cooperativamente algunos catálogos de libros y publicaciones periódicas. Además, después de la creación del ICCU, se han emprendido otros proyectos de colaboración. Uno de ellos fue la conversión a cinta magnética de las fichas catalográficas en papel pertenecientes al Boletín de publicaciones italianas desde 1886 a 1957 y que lo editó la Biblioteca Central Nacional de Florencia en 41 volúmenes. Otro de los proyectos, como es el catálogo colectivo de las publicaciones existentes en las bibliotecas del Estado, no ha tenido demasiado éxito.

El C.N.R.-I.R.S.D.S. (Consejo Nacional de Investigación - Instituto de Estudios e Investigación para la Documentación Científica) elaboró y editó en 2 volúmenes en el año 1990 un catálogo colectivo de publicaciones periódicas. Este catálogo incluía: 35.000 títulos de publicaciones periódicas existentes en 1500 bibliotecas italianas. Otro proyecto importante y, que todavía está en proceso de creación, ha sido el Catálogo colectivo de los libros del siglo XVII. Proyecto apoyado por el I.C.C.U.

En Italia, los proyectos para mejorar la automatización se han materializado muy lentamente si se compara con los Estados Unidos o con otros países europeos, debido en parte a una oposición provocada por una prudencia excesiva. Hay que decir también, que se han presentado dificultades para llevar a cabo una actividad de cooperación y normalización conjunta, así como para coordinar un sistema y una estructura uniforme para una base de datos porque las bibliotecas italianas utilizan diferentes sistemas automatizados (DOBIS-LIBIS, ISIS, TINLIB, SEBINA).

En el año 1980 comienza a funcionar el Servicio Nacional de Biblioteca (S.B.N.), pero solo tuvo una verdadera actividad en el año 1986 bajo la coordinación del I.C.C.U. A partir de este momento, comenzó un lento y difícil comienzo para el S.B.N. Ha llegado a ser una red que vincula a unas 1000 bibliotecas italianas (estatales, públicas y privadas). Su primer objetivo, es ofrecer servicios nacionales de biblioteca al usuario final y evitar los vacíos existentes en la organización bibliotecaria italiana a través de la creación de un catálogo colectivo en el que colaboren y compartan recursos todas las bibliotecas participantes.

Los sistemas de trabajo de las bibliotecas participantes son descentralizados y existen unas 20 0 30 instituciones bibliotecarias; que no están directamente vinculadas unas a otras, pero todas ellas están conectadas al Indice Nacional. El Index se actualiza continuamente y, además, está disponible para todas las bibliotecas y, las descripciones bibliográficas se hacen conforme a las ISBD. Cada miembro, puede crear "localmente", registros nuevos que no se encuentran en el Index. El nivel de la descripción bibliográfica se mueve en un rango que va desde el nivel mínimo a un nivel completo, este último es el que se utiliza para las publicaciones descritas en la Bibliografía Nacional Italiana. Cada uno de los puntos de acceso del registro bibliográfico (autor, título, colección, materia, clasificación) se controla mediante el fichero de autoridades. El I.C.C.U. tal y como aparece en su acta de creación, tiene autoridad en las cuestiones técnicas y tiene también la responsabilidad de coordinación entre las bibliotecas.

Al principio, el sistema automatizado sólo se utilizaba para realizar las catalogaciones del material en curso, pero no para la recuperación retrospectiva. Mas tarde, sin embargo, la Bibliografía Nacional Italiana posterior a 1985 y el Boletín de adquisiciones modernas adquiridas por las bibliotecas del Estado de 1958 a 1990, así como otros catálogos y recursos musicales, han sido introducidos en las bases de datos del "Index Nacional", tanto para llevar a cabo las tareas de referencia como para catalogar y localizar documentos.

"Bibman" y "Manus" son dos proyectos relacionados con la catalogación de manuscritos y tiene como objetivo crear una bases de datos bibliográfica. "Edit 16" es el catálogo colectivo del siglo XVII de las ediciones impresas en Italia o editadas fuera del país en lengua italiana.

Actualmente, el Servicio Nacional de Bibliotecas puede ofrecer o favorecer:

  • Información actualizada sobre la red S.B.N., sus nodos y sus bibliotecas
  • Información sobre las bibliotecas italianas (dirección, horario, servicios)
  • Búsquedas en el catálogo colectivo para localizar libros u otros documentos
  • Búsquedas en los catálogos de algunas bibliotecas y museos italianos
  • Búsquedas relativas a las ediciones del XVII (autores, impresores, etc.)
  • Servicios de préstamo interbibliotecario y de reproducciones
A la vez, el S.B.N. ofrece acceso a cuatro millones de registros bibliográficos de monografías, publicaciones periódicas, música y otro tipo de documentos antiguos y modernos, con 9 millones de localizaciones. Cooperan con el S.B.N. mas de 1000 bibliotecas italianas. Funciona todos los días y se realizan normalmente unas 100.000 consultas diarias.

El I.C.C.U. ayudado por el Servicio Bibliográfico Nacional planificó un nuevo servicio, el Portale delle biblioteche "un gateway para las bibliotecas italianas"), con interfaces en ingles y con la posibilidad de conectar con una serie de bases de datos para búsqueda y recuperación, edición de resultados y descarga de documentos e información. Así como para peticiones de préstamo.

En el año 1992 y, gracias a los esfuerzos del Servicio Bibliográfico Nacional y al desarrollo de la automatización, se llevó a cabo un proyecto para mejorar la Bibliografía Nazionale Italiana. La Comunidad Europea patrocinó un estudio que realizó la consultora "Studio Staff", sobre la reorganización de los servicios bibliográficos nacionales. El estudió señalaba los dos problemas organizativos y de compilación más importantes de la B.N.I.:

  • la negligencia de los editores en su obligación de realizar el depósito en la Biblioteca Nacional y,
  • el enorme retraso (más de dos años) entre la edición del libro y la aparición de la información bibliográfica en la "Bibliografia Nazionale Italiana".
Consiguiendo de esta manera que los datos no fueran de ninguna utilidad. A lo que había que añadir que tampoco las otras bibliotecas se podrían beneficiar del servicio. Los costes de producción de la Bibliografía eran cada vez más elevados y esto había dado lugar a problemas financieros. Se hacía necesaria una forma mejor de elaborar la B.N.I.

Esta idea, se concibió como una cooperación activa entre editores, libreros y bibliotecas. La colaboración con el sector comercial del libro permitiría ofrecer un producto bibliográfico mejorado y editado con una frecuencia regular y un coste proporcionado. El proyecto tomó el nombre de "Edificare" y perseguía los siguientes objetivos:

  • un modelo nuevo para la adquisición de los libros basado en una relación directa con el editor y el depósito voluntario de las publicaciones;
  • nuevos procedimientos para el tratamiento de los documentos
  • cooperación activa entre las dos Bibliotecas Centrales Nacionales (Roma y Florencia);
  • nuevas formas para compilar y distribuir los datos bibliográficos
  • nueva estructura y diseño de la publicación y además, en distintos soportes (impresa, cinta magnética, disquete, CD-ROM)
En 1994 (con el nº 0 en octubre de 1993) salió la nueva Bibliografía Nacional Italiana. Se publican cinco series: monografías, publicaciones periódicas, tesis doctorales, libros infantiles y música. La producción y distribución de la publicación, que anteriormente había sido responsabilidad de la Biblioteca Central Nacional de Florencia (que continua haciéndose cargo de la catalogación y el control bibliográfico de los datos), ahora está a cargo de Editrice bibliográfica, una editorial privada.

El Proyecto "Edificare" ha sido la primera experiencia de una cooperación activa entre las dos bibliotecas Italianas Centrales Nacionales y, los resultados han sido bastante interesantes y satisfactorios. Esperamos que este primer paso de cooperación siga dando los mejores frutos.

La Biblioteca Central Nacional de Florencia ha sido la biblioteca líder en la automatización, debido fundamentalmente a que su función principal es la de centro bibliográfico y tiene la responsabilidad de editar la Bibliografía Nacional Italiana, pero en estos momentos, cuando el S.B.N. ha llegado a ser una realidad, la cooperación y coordinación con cada una de las bibliotecas es absolutamente necesaria como señal de control de calidad en los datos bibliográficos y en el nuevo entorno de catalogación compartida.

El nacimiento y desarrollo del S.B.N. a animado a que se produzca una alianza más activa entre las dos bibliotecas Centrales Nacionales (y entre muchas otras más). La automatización ha dado como resultado una nueva forma de trabajo cooperativo que favorece también la coordinación del préstamo interbibliotecario y la normalización de los procedimientos. La automatización, ha supuesto también un acceso más rápido y preciso a los fondos y colecciones de la biblioteca y, además, permite el intercambio de información electrónica, creando de este modo una biblioteca global y virtual en Italia.

Competir no suele ser un buen sistema para obtener resultados; la cooperación es la única posibilidad madura y útil en la moderna sociedad de la información para poder ofrecer a los usuarios instrumentos válidos en la obtención de documentos e información. Respetando siempre la autonomía y las distintas tradiciones culturales de las bibliotecas italianas, el objetivo principal del S.B.N. es la promoción de un catálogo colectivo nacional. Para organizar un servicio bibliográfico nacional eficaz, es necesario tener una actitud de colaboración y cooperación, que, además, será bueno para todos los que participen.

El sistema bibliotecario italiano necesita de la cooperación de todos para implementar el S.B.N. y, de este modo mejorar la calidad del servicio y así integrarse con los otros países europeos.

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