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To Bangkok Conference programme

65th IFLA Council and General
Conference

Bangkok, Thailand,
August 20 - August 28, 1999


Code Number: 061-146-S
Division Number: VI
Professional Group: Audiovisual and Multimedia
Joint Meeting with: -
Meeting Number: 146
Simultaneous Interpretation:   Yes

El disco compacto en las bibliotecas populares argentinas y la colección "retratos sonoros" de músicos argentinos como una experiencia singular

Daniel R. Ríos
República Argentina


Paper

Para introducirme en el tema: "El disco compacto en las bibliotecas populares argentinas y la colección "Retratos sonoros" de músicos argentinos como una experiencia singular", considero necesario hacer previamente una muy breve y sucinta referencia al contexto general de mi país.

Al respecto, cabe recordar que la República Argentina se extiende al sur del continente americano con unos 3.800.000 kilómetros cuadrados, incluyendo la porción antártica y las islas intercontinentales del Atlántico Sur. Está poblada por 33 millones de habitantes de habla hispana, con importante influencia en su composición de las sucesivas olas inmigratorias, mayoritariamente europeas, las que le dieron una inconfundible fisonomía a la población y a la cultura argentinas.

La Argentina posee un muy extenso territorio, en el que se dan todas las variedades orográficas y climáticas, posibilitándole un considerable desarrollo en los rubros agrícola, ganadero, minero, industrial, energético e ictícola, entre otros ítems de similar importancia. Cabe señalar también su desarrollo cultural y educacional.

Sin embargo, la sociedad argentina ha enfrentado históricamente ciclos con serias dificultades de orden político, económico y financiero, logrando recién en la última década la estabilidad democrática, cuya consolidación no escapa a fuertes desafíos vinculados a la planetarización de la economía y al impacto tecnológico: desafíos, éstos, a los que no es ajena ninguna nación en proceso de cambio y desarrollo. Las posibilidades y exigencias de la actual integración regional como es en el caso del Mercosur, la creciente multiplicidad de los medios y soportes de la información, los desarrollos comunicacionales, la vertiginosa globalización informática con el tratamiento electrónico de los datos y documentos, son todos factores que ejercen una especial incidencia en el ámbito educativo-cultural.

Sus 33 millones de habitantes se distribuyen de manera desigual, concentrándose el 50 por ciento en la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal, hoy denominada Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La Argentina, emancipada del Reino de España en la segunda década del siglo pasado, goza en la actualidad de un gobierno democrático, republicano y federal, tal como lo estableció la Constitución de 1853 y lo reafirmó, en la reforma constitucional de 1994, la Convención Constituyente, representativa de las veintitrés provincias y de la Capital Federal.

En lo que respecta al sistema bibliotecario público, la Argentina cuenta con una Biblioteca Nacional, nacida en 1810, la que alberga más de un millón de obras que resguardan la memoria cultural del país, a la que se suman las siete bibliotecas públicas provinciales, dependientes de los gobiernos respectivos, cerca de 200 bibliotecas municipales que dependen de los Municipios, y las 1.780 bibliotecas populares autónomas, distrubuidas en todo el país.

Por otro lado, en el ámbito educativo funcionan las bibliotecas de las universidades y de los colegios de mayor envergadura en los niveles secundario y terciario. Asimismo, existen bibliotecas escolares del ciclo educativo primario. De acuerdo con el Censo Nacional del año 1994, la población estudiantil y pre-escolar es de 9.910.528 alumnos quienes cursan en 45.477 establecimientos e institutos privados y del Estado. Asimismo, según el Directorio de bibliotecas argentinas, editado por ABGRA (Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina), existen en el país 4.239 bibliotecas de diverso tipo. La mitad, aproximadamente, son bibliotecas públicas, entre las cuales, teniendo en cuenta que incluyen servicios al público en general, se pueden destacar a la Biblioteca Nacional (autárquica), la Biblioteca del Congreso y la Biblioteca Nacional de Maestros, señeras en la actividad aunque todavía con un incipiente desarrollo informático bibliotecológico. Del grupo de las bibliotecas públicas, más de 1.780 son bibliotecas populares, que están diseminadas a lo largo y a lo ancho del país y tienen diverso grado de desarrollo. Existen muy modestas, en lugares muy alejados y aislados, así como otras de notable magnitud y complejidad. Todas ellas son entidades educativo-culturales autónomas, es decir,ONG. Por lo general, se enfrentan a dificultades para conseguir recursos, aunque algunas estén totalmente afianzadas y gocen de gran prestigio comunitario y socio-cultural.

La primera biblioteca popular argentina vio la luz el 15 de abril de 1866, en la provincia de San Juan, donde naciera el insigne educador -y más tarde presidente de la República- Domingo Faustino Sarmiento. El 23 de setiembre de 1870 se dictó la Ley 419, que dio origen a lo que es actualmente la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares -CONABIP-, la que hoy me honro en presidir y que desde 1986 se rige por una nueva ley: la 23.351 de Bibliotecas Populares, y se trata de un organismo dependiente de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación.

Dicha Ley crea un Fondo Especial de recursos el que a partir de su puesta en vigencia en el año 1990 ha permitido que la CONABIP desarrolle una serie de programas y acciones de apoyo a las bibliotecas populares en favor del incremento y la actualización bibliográfica, equipamiento bibliotecnológico, capacitación de dirigentes y bibliotecarios, promoción de la lectura, bibliomóviles (31 bibliofurgones y 1 bibliolancha), proyectos de extensión bibliotecaria y cultural en las bibliotecas populares de todo el país y especialmente las ubicadas en zonas de bajos recursos económicos, abarcando desde la localidad de Humahuaca (provincia de Jujuy) a Usuhaia (provincia de Tierra del Fuego).

El disco compacto en las bibliotecas populares argentinas

La política nacional de fomento y apoyo al desarrollo de servicios multimediales en las bibliotecas populares parte de la base de quee sí bien en nuestro país no se cuenta aún con el ideal de una red de bibliotecas públicas populares, bien extendida y suficientemente desarrollada, no se admiten más demoras en la introducción de las nuevas tecnologías y los diversos soportes de la información, el conocimiento y la recreación.

Es decir, que se sustenta en que hay que buscar los caminos y recursos para avanzar rápidamente en el fortalecimiento, actualización y potenciación de las colecciones y servicios tradicionales, iniciando, a la vez, el proceso gradual de incorporación de equipamiento tecnológico y de materiales bibliográficos y multimediales. Así como se aspira a que ningún habitante de nuestro país quede excluido del acceso a los materiales bibliográficos a través de los servicios tradicionales, se trabaja arduamente para que del mismo modo ningún habitante quede excluido de la posibilidad de acceder a las nuevas tecnologías de la información y a través de ellas a la multiplicidad de fuentes locales, regionales y universales. La carencia de posibilidades económicas de la gente, en lo particular, debe ser suplida por amplios y eficientes servicios bibliotecarios públicos que le permitan el libre acceso a la lectura, a los nuevos soportes y a las redes mundiales de la información. La sociedad de la información no debe transformarse en un nuevo factor que propicie el aumento de la brecha de desigualdad entre pobres y ricos, sino en la deseada oportunidad para reducirla al máximo a través de la participación masiva y equitativa en los beneficios de los avances de la humanidad, gracias al permanente desarrollo del conocimiento, las tecnologías y las comunicaciones, como un reaseguro para el progreso y la democratización cultural de los pueblos.

El Manifiesto de la UNESCO para Bibliotecas Publicas de 1994 dice al respecto que "todos los grupos de edad han de encontrar materiales adecuados a sus necesidades. Las colecciones y los servicios han de incluir todo tipo de soportes adecuados tanto en modernas tecnologías como en materiales tradicionales. Los materiales deben reflejar las tendencias actuales y la evolución de la sociedad".

Al respecto, la Ley argentina de Bibliotecas Populares de 1986, es decir no tan reciente, establece en su artículo segundo que "Las bibliotecas populares se constituirán en instituciones activas con amplitud y pluralismo ideológico y tendrán como misión canalizar los esfuerzos de la comunidad, tendientes a garantizar el ejercicio del derecho de información, fomentar la lectura y demás técnicas aptas para la investigación, la consulta y la recreación, y promover la creación y difusión de la cultura y la educación permanente".

Por su parte, la IFLA considera que las legislaciones nacionales sobre el derecho de autor deben asegurar el mismo uso de la información en papel que en soporte electrónico.

No cabe duda, que durante siglos los libros impresos han constituido el soporte básico del conocimiento y su principal medio de almacenamiento y difusión. Pero es necesario reconocer que entre sus cualidades insuperables, existen también límites insuperables. Uno de ellos, es el de su condición estática, ya que una vez editados entrañan grandes dificultades para su actualización. Las publicaciones electrónicas han venido a paliar estas limitaciones ofreciendo nuevas posibilidades de búsqueda, recuperación y actualización de la información. En virtud de ello, hoy asistimos a un desarrollo inusitado de las publicaciones electrónicas. Otro de los límites del papel tiene que ver con el almacenamiento de la información con la exigencia de grandes cantidades de espacio para conservar los contenidos. El CD ROM, en cambio, permite la reunión de grandes cantidades de información en micro-espacios, gracias al desarrollo de técnicas de comprensión de datos que permiten la reducción del espacio ocupado por la imagen en movimiento. Pero esto no sería suficiente sino existieran software de acceso y de recuperación de la información que le permitan a los usuarios, reunir, intercalar, enlazar y relacionar datos e información de distintas fuentes a la vez, circulando así libre y potencialmente en función de sus intereses gracias al "hipertexto". Las primeras enciclopedias en CD-ROM únicamente reproducían la versión en papel y aunque utilizaban la posibilidad del hipertexto no alcanzaban la potencialidad gráfica de los sistemas multimedia que en cambio hoy ya disponen y, más aún, proliferan.

Por otra parte, si consideramos que el préstamo público es un recurso esencial para la cultura de una comunidad, la información en todas sus formas debe estar disponible para el préstamo. A pesar de que pueda pensarse lo contrario, favorece y asegura la promoción, circulación y consumo, en general, de productos y bienes culturales.

En tal sentido, no cabe duda que el servicio de consulta en CD ROM en la biblioteca contribuye a atraer nuevos usuarios, mejorar la imagen de la biblioteca, modificar los hábitos del usuario y el papel del profesional, y a motivar al usuario a realizar un número mayor de búsquedas y consultas bibliográficas. Las ventajas de su utilización en bibliotecas se basan en que no necesita apoyarse en redes telemáticas para su utilización. Los costos son bajos, y son fáciles de usar. Además, pueden utilizarse aisladamente o en red..

Todo ello nos indica que los CD ROM en las bibliotecas públicas populares pueden jugar un papel decisivo consiguiendo que estas bibliotecas comunitarias sean las que proporcionen información actualizada a toda la gente y abran múltiples puertas del conocimiento a la Sociedad de la Información, siendo además uno de los soportes, desde hace bastantes años, más actualizado para almacenar y difundir la información. En virtud de ello se está incrementando su presencia en obras de consulta y de referencia. Así vemos que lentamente se van abriendo nuevas líneas de expansión hacia temas enciclopédicos, sin hacer referencia a los impresos en papel, visitas guiadas por la historia, libros de imágenes para los más chicos, anuarios, ediciones resumidas de prensa, etc.

Aspiramos a bibliotecas que abarquen con sus servicios a toda la población, que cuenten con los servicios tradicionales bien organizados compartiéndolos con los más innovadores, con colecciones multimediales amplias e interesantes, con materiales procesados según las normas internacionales, con suficientes puestos de lectura, etc.

Con el fin de contribuir en tal sentido, la CONABIP distribuyó -junto a otros materiales- CD de Música Clásica (Colección Revista Clásica), de Pintores Rioplatenses (Pettorutti, Quinquela Martín y Figari) a 1000 bibliotecas populares.

Actualmente, todas las bibliotecas populares cuentan con CD ROM -aunque muchas en reducidas colecciones- y unas quinientas bibliotecas populares han incorporado el disco compacto entre sus fluidos servicios de consulta y préstamo.

Previamente, la CONABIP ha provisto a esas bibliotecas de computadoras con lector de CD ROM, conjuntamente con una docena de discos compactos de enciclopedias, atlas, historia, ciencias... a cada una de ellas.

Además, para 1999 se ha programado la adquisición y distribución a 500 bibliotecas de la red federal de bibliotecas populares que cuentan con los equipos apropiados para facilitar su uso, de una colección que incluye la siguiente temática: Enciclopedia Argentina, Música Clásica, Legislación, Atlas, Historia, Infoteca, Catálogo de libros argentinos, código de Correo, Coro Nacional, Compositores Argentinos para la juventud, Testimonios (Atahualpa Yupanqui), entre otros.

Cabe agregar, reafirmando algunos conceptos antes esbozados, que el apoyo a la presencia de estos materiales en este tipo de bibliotecas está orientado por los mismos principios igualitarios y democráticos y como un recurso novedoso de atracción de usuarios comunes a partir de priorizar CD con temas artísticos, folklóricos y populares. Así como se aspira, a la vez que se aporta, desde la CONABIP, a que a lo largo y ancho de nuestro país las bibliotecas populares cuenten con colecciones de libros actualizados y en los temas básicos, del mismo modo no se retacearán esfuerzos en colaborar para que tengan e incrementen nuevos soportes audiovisuales e informáticos. La idea guía es la de diseminar estos recursos, aunque sean pocos y básicos, en un número importante de bibliotecas populares, de modo que la mayoría de la población, especialmente la de escasos recursos, pueda tener acceso a dichos medios en estas instituciones educativo-culturales públicas, cercanas a sus domicilios, atendiendo a la necesidad de colaborar con la sociedad para evitar que estos recursos tecnológicos sean un elemento más de ensanchamiento de la brecha entre ricos y pobres, sino todo lo contrario, que se constituyan en la herramienta que necesita la humanidad para la construcción de una sociedad más justa y con mejor calidad de vida para todos sus integrantes.

Estamos convencidos de que las bibliotecas populares y el Organismo que presido, encargado de delinear y ejecutar las estrategias de apoyo a las mismas, deben hacer todos los esfuerzos para brindar cada vez más los servicios multimedia que incorporen el soporte en discos compactos. Es, como ya se dijo, un mediom contemporáneo en cierto sentido -por su bajo costo, liviano, poco espacio, y enorme disponibilidad de almacenaje de información -que resume en si toda la magnifica potencialidad de la tecnología en la denominada Sociedad de la Información. Sin duda, es el soporte -no sabemos si será alternativa- de imprescindible complementariedad del impreso en papel (libros, revistas, etc.) aunque su inclusión en los servicios bibliotecarios todavía sea rudimentaria y se encuentre en una etapa de plena experimentación, ya sea en los aspectos de generación y ampliación de las infraestructuras bibliotecarias (salas o espacios especiales, equipamiento, recursos humanos calificados) como en la diversificación y alcances de los servicios multimedia.

¿Qué son los "Retratos Sonoros"?

Durante 1998, la CONABIP distribuyó a mil bibliotecas populares la Colección de "Retratos Sonoros" (30 CD Plus de entrevistas y reportajes, imágenes y pequeños fragmentos interpretativos de la música o del canto, de los más importantes autores, cantores y compositores de la música popular de las diversas regiones culturales argentinas, junto a breves reseñas de la vida y la obra, intercaladas con la música). La colección de CD "Retratos Sonoros" -editada por Estudios Macondo- revela parte de la imaginería cultural argentina a través de un formato periodístico, producido por la destacada periodista radial Blanca Rébori en el marco de su programa de radio "Raíces". Este material multimedia es un verdadero tesoro de voces e imágenes del patrimonio cultural artístico musical de nuestro país, conteniendo en algunos casos los únicos o los últimos registros de estos prestigiosos artistas populares ya desaparecidos. El trabajo es, además, el resultado de la participación de antropólogos, historiadores, filósofos, sociólogos y músicos.

Este proyecto de apoyo de la CONABIP a las bibliotecas populares que incluye, a la vez, el apoyo a la edición de este tipo de material, está vigente con el propósito de que durante el presente año se continúe y amplíe con la incorporación de destacados representantes de la música ciudadana de Buenos Aires, (el tango, la milonga, etc.), y más aún, que en un futuro inmediato se multiplique esta iniciativa de recuperación de la memoria y la tradición oral de nuestro pueblo, plasmada en discos compactos, que aspiramos a que estén presentes en todas las bibliotecas populares y al alcance de todos.

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Latest Revision: June 8, 1999 Copyright © 1995-2000
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