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60th IFLA General Conference - Conference Proceedings - August 21-27, 1994

Colecciones de libros raros y manuscritos en Cuba

Lic. Olga Vega García
Fondos Raros y Valiosos, Dpto. de Salas Especializadas, Biblioteca Nacional José Martí,
La Habana, Cuba


ABSTRACT

En el presente informe se caracterizan de forma general las principales colecciones de libros raros y manuscritos existentes en Cuba; en particular se describe la labor de las Salas de Fondos Raros y Valiosos de las bibliotecas públicas provinciales y el papel que juega la Biblioteca Nacional José Martí en la orientación metodológica del trabajo de dichas salas. Por otra parte, se exponen los resultados alcanzados por esta institución en el campo de la actividad bibliográfica y se enuncian sus perspectivas de desarrollo en los próximos años.


PAPER

1. Principales colecciones de libros raros y manuscritos en Cuba

Las colecciones de libros raros y manuscritos se encuentran en el país formando parte de los fondos de distintos tipos de instituciones bibliológico informativas, esto es, bibliotecas (públicas o particulares), archivos, o de museos, tanto de la capital como de sus municipios más alejados. Dado que no existe un catálogo colectivo nacional que dé a conocer acerca de la composición de esos fondos ni se ha encontrado bibliografía sobre el tema, salvo casos excepcionales, se decidió caracterizar de forma general las instituciones que atesoran los fondos más representativos.

1.1 Biblioteca Nacional José Martí (BNJM)

La BNJM, fundada en 1901, posee un fondo de libros raros y manuscritos compuesto por diversas colecciones ubicadas en dos de sus departamentos: el de Fondos Bibliográficos y el de Salas especializadas. En el primero se considera como reserva un ejemplar de cada titulo de toda la producción bibliográfica nacional correspondiente al siglo XX, adjuntándose en cada caso un marbete que permite su identificación, con vistas a garantizar la custodia permanente del patrimonio. En el Departamento de Salas Especializadas se atesoran los impresos más antiguos e importantes en tres secciones fundamentales: Sala Cubana, Fondos Raros y Valiosos, y Manuscritos.

En la Sala Cubana se conservan los títulos impresos en Cuba, o que tratan del país y sus naturales, contándose con una cifra aproximada de 14 000 piezas entre libros y folletos del siglo XIX. Fondos Raros y Valiosos reagrupa cerca de 2000 ejemplares de impresos de los siglos XV al XVIII, en su mayoría extranjeros, además de una colección denominada "especial" perteneciente a los siglos XIX y XX, compuesta por ejemplares con encuadernaciones valiosas, bellamente ilustrados, que se destacan por su rareza bibliográfica o por su procedencia. Se incluye adem&aac ute;s la llamada "Colección Raventós", especializada en la temática de la Música, conformada por impresos y manuscritos de los siglos XIV XX, algunos de ellos de gran valor.

El fondo de manuscritos está formado por colecciones o por piezas sueltas y procede en su mayoría de personalidades destacadas de la cultura cubana: historiadores, literatos o científicos, o de instituciones como es el caso de la Sociedad Económica de Amigos del País.

1.2 Biblioteca del Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias de Cuba

Esta institución tuvo su origen en la llamada Biblioteca de la Real Sociedad Patriótica o Sociedad Económica de Amigos del País, fundada en 1793, la cual se considera la primera biblioteca pública cubana. Su reserva, compuesta por cerca de 2000 ejemplares, es considerada como una de las más importantes de Cuba y está constituida por libros, folleto s y manuscritos, algunos de ellos de gran riqueza; se destacan los publicados entre los siglos XV XIX, los que fueron recogidos en un primer catálogo impreso en 1980, en el cual se brinda además una caracterización de dicha colección.

1.3 Biblioteca del Centro de Estudios de Historia y Organización de las Ciencias Carlos J. Finlay, de la Academia de Ciencias de Cuba

La actual biblioteca de ese centro se creó sobre la base de la existente en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, fundada en 1861, por lo que cuenta con una pequeña pero valiosa colección de impresos.

1.4 Bibliotecas universitarias

El fondo de libros raros de la Biblioteca Central de la Universidad de La Habana Rubén Martínez Villena, tiene su antecedente en la colección del antiguo convento de los dominicos, el cual pasó a formar parte de la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo en 1728, enriqueciéndose posteriormente hasta alcanzar la cifra de 8000 documentos. El cat&aacu te;logo parcial de estos fondos fue publicado en 1978, reflejándose los libros publicados entre los siglos XV XVIII.

Por su parte, la Universidad de Oriente compiló también su Catálogo de libros raros atesorados en la biblioteca Francisco Martínez Anaya, incluyéndose títulos editados entre los siglos XVI y comienzos del XX. Existe además otro fondo valioso en la biblioteca de la Universidad Marta Abreu de Villa Clara.

1.5 Bibliotecas eclesiásticas

El Seminario de San Ambrosio y San Carlos, fundado en 1774, conserva una pequeña colección de libros raros, entre ellos un incunable, y aunque tiene carácter docente, presta servicios a usuarios que justifiquen adecuadamente su demanda. Además de la biblioteca, propiamente dicha, cuenta con una pequeña sala de exposiciones con vitrinas en las que se muestran edi ciones del famoso intelectual cubano Félix Varela, libros de autores representativos en su época y manuscritos de él o relacionados con el Seminario.

Por otra parte, algunas parroquias atesoran pequeñas colecciones de libros raros que mantienen su carácter de bibliotecas particulares, no existiendo ningún tipo de control bibliográfico centralizado que permita conocer qué riquezas encierran.

1.6 Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado

Dicha oficina conserva cerca de 1800 manuscritos, toda la iconografía original y la colección más numerosa existente de ejemplares de las ediciones príncipes del Apóstol de la Independencia de Cuba, José Marti, además de ejemplares dedicados o anotados por él u otros dedicados a él. Por otra parte atesora más de 40 000 manuscri tos y documentos originales relacionados con la etapa insurreccional de la Revolución cubana (1952-1958), incluidos los fondos personales de sus principales dirigentes; casi toda la documentación gráfica sobre esa etapa de cuya existencia se tiene noticia; más de 3000 documentos relacionados con etapas anteriores a 1952 y posteriores a 1958 de la historia cubana y posi blemente la colección más completa de las publicaciones revolucionarias clandestinas, entre otros materiales valiosos.

1.7 Museos

A lo largo del país se atesoran libros raros y manuscritos en los museos, los que se conservan siguiendo la metodología establecida para ese tipo de instituciones. Para citar un ejemplo, en el Museo Nacional de Bellas Artes importantes libros ilustrados del siglo XIX se exhiben en el Gabinete de Estampas y se guardan como una pieza de museo más, fuera del marco de la bibliote ca especializada que radica en ese centro. En el caso del Museo de la Música se conservan manuscritos de destacados músicos cubanos e impresos pertenecientes a ellos, así como toda la documentación del llamado "Teatro Tacón". El Museo de la ciudad de La Habana cuenta con un Departamento de Investigaciones del cual forman parte la biblioteca y el archivo, poseyendo ambos obras de gran valor. En la biblioteca se atesoran aproximadamente 2000 piezas de los siglos XV XVIII y del siglo XIX cubano. El archivo cuenta con una rica colección de las Actas Capitulares desde el año 1550 hasta la fecha y con document os de las guerras de independencia. Actualmente se está laborando en el procesamiento automatizado de toda esa información, existiendo ya un catálogo de libros raros llevado a cinta magnética.

1.8 Archivos

El Archivo de la Real Hacienda de la Isla de Cuba, fundado en 1840 por la Reina de España, se transformó a fines de 1857 en Archivo General de la Isla de Cuba y a partir de 1904 se denominó Archivo Nacional. Desde 1966 forma parte de la Academia de Ciencias de Cuba. Existe además una red de archivos provinciales y municipales que en algunas localidades atesoran fondos de una gran riqueza. En la actualidad el Archivo Nacional cuenta con un aproximado de 25 km lineales de documentos (o lo que es igual de un total de 626 fondos documentales) correspondientes a los siglos XVI XX.

2. Las salas de fondos raros y valiosos de las bibliotecas provinciales

La presencia de salas de libros raros en las bibliotecas públicas no es habitual, de ahí que se dedique un acápite en particular a la descripción de las llamadas Salas de Fondos Raros y Valiosos de las bibliotecas provinciales cubanas. Su historia se remonta a la fecha de fundación de las mismas, ya que desde los primeros tiempos existió la preocupación de preservar todos aquellos documentos que por su valor formaban parte del patrimonio bibliográfico de la provincia, y por ende de la nación. En una primera etapa sus Salas de Colección Cubana se dedicaron a recopilar no solo los impreso s producidos en la región, sino que también abordaron su control bibliográfico, sentando las bases para el desarrollo de un trabajo que sería continuado por las Salas de Fondos Raros y Valiosos creadas en 1979 mediante la instrucción 04 de la antigua Dirección de Bibliotecas.

En el año 1989 se llevó a cabo en la BNJM una restructuración, mediante la cual la institución se convierte en centro rector metodológico nacional para la red de bibliotecas públicas del país y todos sus departamentos pasan a formar parte del asesoramiento a dicha red. A partir de entonces la especialista encargada de Fondos Raros y Valiosos de la BNJM tendrá a su cargo la orientación del personal de cada una de las salas de ese carácter a lo largo del territorio nacional, efectuando visitas metodológicas a las salas de las provincias en los casos en que se hacía necesario, o entrenando o recalificando el personal de las mismas.

En la actualidad, cada Sala de Fondos Raros y Valiosos tiene la responsabilidad de atesorar y poner a disposición de los usuarios, de acuerdo con un estricto reglamento elaborado al efecto, el patrimonio bibliográfico de su provincia, o cualquier otro material raro o valioso, cubano o extranjero que se haya recibido en la institución. A la vez ha de compilar la bibliograf&iac ute;a regional correspondiente a su provincia, tanto corriente como retrospectiva, como un eslabón más del sistema de la bibliografía nacional que encabeza la BNJM. De acuerdo con sus funciones, deben también dedicarse a la preparación de otros tipos de repertorios bibliográficos o llevar a cabo trabajos investigativos relacionados con sus colecciones, de sarrollando además actividades de promoción que den a conocer las joyas bibliográficas que posean.

Muchas de estas labores se efectúan en colaboración con otras instituciones, en particular bibliotecas universitarias, especializadas, museos o librerías. En este último caso se recomienda estrechar las relaciones con las de libros de uso, como vía para la obtención de ejemplares raros. En ese sentido se ha conveniado que las bibliotecas provinciales han de tener prioridad a la hora de adquirir estos, lo que evitará que pasen a manos de coleccionistas particulares títulos que no posea la biblioteca y que se requieran para el completamiento de sus colecciones.

3. La actividad de normalización vinculada al procesamiento de los libros raros y los manuscritos

Hasta finales de la década del 70 no existió en el país una norma nacional de estricto cumplimiento para la descripción bibliográfica de los distintos tipos de documentos que garantizara la uniformidad en los registros hechos en las diferentes bibliotecas. A partir de 1979, con la introducción de la normalización en la actividad científico i nformativa se redacta, entre otras, la norma cubana 39 07 Descripción bibliográfica de libros y folletos basada en el ISBD(M) y las Anglo American cataloging Rules 2. La misma se emplea en la actualidad para el procesamiento de los libros raros correspondientes a los siglos XIX y XX, haciéndose en el área de las notas todas aquellas especificaciones que coadyuven a la plena identificación del ejemplar o a destacar su valor o rareza bibliográfica.

Para describir los libros correspondientes a los siglos XV XVIII la BNJM se basa en la segunda edición de las Anglo American Cataloging Rules y en la NC 39 07 antes mencionada, aunque se consultan también las Reglas de Catalogación del Ministerio de Cultura de España y la Descriptive Cataloging of rare books, preparada por la Library of Congress y la ALA en su segunda edición de 1991. Ello se debe a que no ha sido posible redactar la norma cubana correspondiente a la descripción bibliográfica de libros publicados con anterioridad al siglo XIX aunque se prevé realizarla próximamente; sólo se espera la revisión de las ISBD(A) para iniciar el trabajo.

No obstante, de la forma en que se está llevando a cabo la descripción bibliográfica de los libros raros se hace posible mantener el intercambio de registros con otros países, lo que se demostró en 1991 con la integración de la BNJM al proyecto de creación del Catálogo Colectivo de ABINIA (Asociación de Bibliotecas Nacionales Iberoame ricanas), el cual aspiraba a lograr el inventario de los fondos antiguos (incunables y pertenecientes a los siglos XVI-IX) depositados en las bibliotecas miembros de dicha asociación. También se cumplimentaron las tareas asignadas por los organizadores de dos importantes exposiciones: la denominada Testimonio: Cinco siglos del libro en América, presentada en Caracas en agosto de 1992 y la adscrita a la Feria Internacional de Sevilla titulada Exposición Bibliográfica V Centenario, celebrada en octubre de ese mismo año.

En el caso del procesamiento de los manuscritos ya se cuenta con una Norma Cubana, la 39 30 de 1987, titulada Descripción Bibliográfica de Manuscritos, la cual se basa en las Anglo American Cataloguing Rules 2. Por otra parte, normas como Encabezamientos: Autores individuales y corporativos; Abreviación de palabras y combinaciones de palabras en la descripción bibliográfica y Descripción bibliográfica de partes componentes, apoya también la labor de catalogadores y bibliógrafos en ese campo.

4. Fondos raros y valiosos como línea de investigación de la Biblioteca Nacional y el sistema de bibliotecas públicas

Fondos Raros y Valiosos se inserta por primera vez como línea de trabajo dentro del plan de investigaciones de la BNJM y el sistema de bibliotecas públicas en el presente quinquenio, dado el interés de la institución por conocer la composición de las colecciones de ese tipo que se atesoran a lo largo del país y en particular dentro de la propia Biblioteca Nacional.

Como actividad inicial, ya en 1989 se efectuó la tutoría de un proyecto de grado titulado El Grabado en los libros del siglo XVI y poco tiempo después de un diploma denominado La Ilustración en los libros del siglo XVIII de la Colección América de la BNJM. Los resultados obtenidos en aquel momento permitieron diseñar con mayor precisión dos nuevos diplomas: La Ilustración en los libros valiosos del siglo XVII atesorados en la BNJM y La Colección de libros valiosos del siglo XVIII de la BNJM: Primera Parte, 1700 1724. La segunda parte de dicha compilación, que abarcó el período 1725-1749, se defendió al curso siguiente. A continuación se laboró en la Colección Ravent&oacu te;s, analizándose la valiosa biblioteca particular del musicólogo español del mismo nombre, y finalmente se defendió Materiales ilustrativos en dos obras del siglo XVIII: Histoire Général des voyages e Il Gazettiere Americano. Este plan se vio complementado con un nuevo proyecto de grado sobre encuadernaciones valiosas y por otros dos trabajos de curso mediante los cuales se prepararon bibliografías temáticas sobre libros del siglo XVIII, acompañadas de sus estudios complementarios.

En conclusión, hasta el momento la BNJM ha laborado en tres vertientes del trabajo bibliográfico: la compilación de catálogos parciales del fondo, la confección del catálogo de una biblioteca particular importante, y la realización de iconografías que faciliten el acceso al rico material ilustrativo que aparece contenido en las obras de esto s siglos. El trabajo puramente descriptivo se enriquece en cada caso con un análisis bibliométrico de la muestra seleccionada, lo cual permite finalmente caracterizarla.

Por una parte, ha sido posible disponer de una fuerza de trabajo adicional que permite a la especialista que atiende fondos raros realizar un mayor volumen de tareas vinculadas al inventario, reorganización, procesamiento y caracterización de las colecciones, y por la otra se va entrenando a los estudiantes, tanto de nivel superior como medio, en la llamada "Bibliotecología d e libros raros", suministrándoles un caudal de conocimientos que no se ofrecen en el plan de estudios de la carrera. Se ha previsto que en la medida de sus posibilidades los especialistas de las Salas de Fondos Raros y Valiosos de las bibliotecas provinciales lleven a cabo tutorías de trabajos de diploma similares que contribuyan al perfeccionamiento del control bibliográfico de sus colecciones y a la vez a la captación de personal joven para laborar en las mismas. De hecho se han obtenido buenos resultados en el campo de la bibliografía provincial retrospectiva, analizándose obras en particular o un conjunto de ellas. Por otra parte, aunque no se integran al plan quinquenal de la BNJM ni siguen idéntica metodología, en la Biblioteca Central Rubén Martínez Villena de la Universidad de La Habana se han tutoreado trabajos de diploma tendientes a la actualización del primer catálogo de libros raros publicado por ella.

5. Preservación y acceso a las colecciones de libros raros y manuscritos

Teniendo en cuenta las características climáticas del país que resultan altamente desfavorables para la preservación de los impresos en papel, en la mayoría de las instituciones se han sentado las bases para iniciar o fortalecer el trabajo de preservación de las colecciones, contando para ello con el apoyo del Estado.

Como algo ya habitual se llevan a cabo fumigaciones a los fondos y se brinda atención a la limpieza de estantes y documentos, muchas veces manualmente. A pesar de las restricciones económicas que están gravitando sobre el país y que afectan la adquisición de equipamiento e insumos, en los últimos años se han obtenido avances en lo que respecta a la climatización de los depósitos, tratando de lograr condiciones ideales para la conservación de las obras, y en el establecimiento de sistemas de protección contra incendios. Mientras centros pequeños como el de la Oficina de Asuntos Históricos se encuentran ya climatizados, otras instituciones con volúmenes mucho mayores, como la BNJM o el Archivo Nacional, han trazado sus planes perspectivos y obtenido resultados parciales.

Unido a ello va la necesidad de avanzar en lo concerniente a la reprográfia de los originales, con vistas a impedir la manipulación de los mismos, salvo casos excepcionales. El equipamiento adquirido para ello no es suficiente para cubrir la demanda y a veces se carece de insumos necesarios para que puedan funcionar a su máxima capacidad. De forma aislada se han llevado a cab o tentativas de valerse de la automatización no solamente para el establecimiento de bases de datos sino también para la preservación de la imagen de tan valiosos documentos.

Hasta el momento, en la mayoría de las instituciones se autoriza el acceso directo, tanto a los libros raros como a los manuscritos, por parte de usuarios debidamente acreditados y siempre bajo custodia. No obstante, se continúan estrechando las relaciones entre las instituciones para intercambiar experiencias y poder desarrollar las tareas de forma más uniforme. Así r ecientemente se acordó en una de las reuniones celebradas entre especialistas preparar una versión de un reglamento para las salas de fondos raros y valiosos que pueda ser tomada como modelo a aplicar a lo largo del país. En algunas instituciones se cuenta con departamentos o talleres de encuadernación y/o restauración que aunque no siempre cuentan con las tecnologías más avanzadas en ese campo ni con los materiales que se requieren, permiten que puedan llevarse a cabo labores fundamentales en ese sentido, colaborando además con otras bibliotecas que no cuentan con ellos a la hor a de salvar piezas de excepcional valor.

Este tipo de coordinación del trabajo entre los centros que atesoran libros raros y manuscritos en el país resulta muy efectiva, al igual que la colaboración con colegas o instituciones del extranjero para ir solucionando problemas concretos que se presentan a cada paso en el ambicioso plan de conservar los fondos más valiosos en condiciones ideales, de llevar a cabo s u control bibliográfico de forma uniforme como vía para garantizar el intercambio a escala nacional e internacional, y de desarrollar servicios cada vez más eficientes que faciliten el acceso a joyas bibliográficas que constituyen patrimonio de la humanidad.