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Para preservar la identidad de un pueblo o nación es indispensable conservar su patrimonio cultural, por ello el Estado cubano viene considerando desde hace ya más de una década las posibilidades y necesidades de introducción de tecnologías avanzadas para apoyar y perfeccionar el trabajo de conservación en las bibliotecas del país. La Biblioteca Nacional José Martí (BNMJ) como depositaria del patrimonio Bibliográfico Nacional es la institución encargada de velar por su adquisición, conservación y acceso. El presente trabajo pretende dar una panorámica del estado en que se encuentran nuestras colecciones de periódicos, del trabajo realizado para su preservación y/o conservación no sólo en la BNJM sino en el resto de las bibliotecas en Cuba, así como de las diferentes políticas de adquisición y servicios a los usuarios.
Las publicaciones seriadas constituyen un instrumento informativo para anunciar novedades que resultan especialmente útiles en aquellos campos donde los cambios y las innovaciones ocurren tan rápidamente que los libros se desactualizan casi tan pronto como se publican; esto hace que gran número de tópicos no lleguen nunca a publicarse en libros y sólo puedan con ocerse a través de publicaciones seriadas. Su importancia y utilidad radica en que su edición es frecuente y regular, todo lo cual permite ofrecer información actualizada.
Dentro de este tipo de materiales encontramos los periódicos que se publican por lo general diariamente y su contenido no suele limitarse a una materia determinada, por lo que constituyen una importante arma tanto para los investigadores científicos como para los que trabajan en el campo de las Ciencias Sociales; en ellos se ofrecen artículos que se ajustan al punto de vista contemporáneo lo cual complementa ampliamente la información contenida en otros tipos de publicaciones; en la misma medida resultan una fuente de conocimiento primordial para investigadores y usuarios en general, tanto del país como del extranjero. En este trabajo pretendemos ofrecer una visión general acerca del estado en que se encuentran nuestras colecciones de periódicos, del trabajo realizado para su preservación y/o conservación no sólo en la Biblioteca Nacional José Martí (BNJM) sino en el resto de las bibliotecas en Cuba, así como de las diferentes políticas de adquisici ón y servicios a los usuarios.
En nuestro país existen diferentes vías para la adquisición de las publicaciones seriadas cubanas y aun cuando lo establecido es que se reciban por medio del Decreto Ley 3387 como instrumento jurídico vigente que regula el depósito legal en Cuba el cual establece que todo organismo del sector estatal o privado debe enviar de manera gratuita en los 10 primeros d ías del mes cinco ejemplares de cada obra destinada al público editada en el país a la BNJM , también se reciben por donaciones de particulares o de diferentes organismos, quienes entregan en ocasiones títulos que no aparecen en los fondos o que se encuentran en estado de deterioro, lo que posibilita el completamiento y/o sustitución de algunas coleccione s. En Cuba no existen grandes problemas con la recuperación de documentos por la vía del Depósito Legal (Decreto Ley 3387) debido a que la producción editorial es estatal, pero no todos los organismos editores la cumplen con el debido rigor, por lo que es necesario que el Departamento de Selección y Adquisición exija su estricto cumplimiento. Recientement e se ha presentado un nuevo proyecto de ley, pendiente de aprobación, que amplía de manera considerable el espectro de materiales objeto de depósito con vistas a garantizar una mayor exhaustividad en la Bibliografía Nacional.
Dada la información actualizada que poseen, las colecciones de periódicos son muy solicitadas por los usuarios y esta constante manipulación ha traído como consecuencia que cada día sea mayor el porcentaje de títulos dañados. Esto hace inminente la necesidad de adoptar una política para priorizar la conservación del patrimonio naciona l encaminada si no a solucionar de forma inmediata esta situación al menos capaz de detener y reducir su creciente deterioro actuando contra los agentes que inciden en su destrucción.
Entre los tres grandes factores que atentan contra la integridad de nuestros documentos se encuentran los biológicos, los fisicoquímicos y los mecánicos; a los primeros pertenecen los microorganismos, insectos, roedores, etc.; los segundos incluyen los factores ambientales (luz, temperatura, humedad y contaminación ambiental) y a los terceros, cuyo principal responsabl e es el hombre, corresponden al uso, mala manipulación, encuadernaciones deficientes y almacenamiento inadecuado. Estos tres factores conjugados hacen que cada día aumente el material dañado, sobre todo si se toman en cuenta además las características específicas de nuestro clima tropical no continental, con alto grado de humedad, lo que permite la prolif eración de agentes biológicos que atacan nuestras colecciones. Además su uso indiscriminado y las condiciones poco favorables de almacenamiento existentes en las diferentes bibliotecas y demás centros depositarios del país contribuyen al deterioro. Ello ha propiciado que un gran porcentaje de libros, periódicos y demás publicaciones atesoradas requ ieran de especial atención. Las más afectadas han sido las colecciones de periódicos por la mala calidad del papel y de la tinta utilizada para su impresión. Para corroborar dichas apreciaciones, el pasado año se inició en la BNJM una evaluación de nuestros periódicos de los siglos XIX y XX, con vistas a valorar su estado actual. Como result ado se diagnosticó que de cada tres títulos, dos necesitan reparación urgente y algunos llegan a ser no recuperables. En este sentido se adoptaron una serie de medidas dirigidas a consolidar y perfeccionar las ya en práctica para la conservación de dichas colecciones como son el control diario de la temperatura y humedad en las áreas de almacenamiento, li mpieza de los locales de los fondos bibliográficos y la climatización de áreas priorizadas con equipos domésticos que, aunque son bastante deficientes por su antigüedad, ayudan por el momento a resolver la crisis.
La preocupación por el problema de la preservación y conservación del patrimonio nacional no es solamente una inquietud nuestra; en los últimos 20 años ha sido un aspecto de análisis a nivel internacional al reconocerse que el deterioro del patrimonio mundial se hace cada día más fuerte. En este sentido, se avanza de manera importante hacia la solución de este problema tanto dentro como fuera del país. Con el propósito de lograr un proyecto objetivo que se ajuste a las necesidades actuales y posibilidades técnicas de esta actividad tanto como al presupuesto económico real se creó, en febrero de 1988, una comisión integrada por diferentes instituciones que tienen relación con esta línea de trabajo, como son el CENCREM, Instituto de Historia, Archi vo Nacional y la propia BNJM. Su objetivo fundamental fue analizar en conjunto los requerimientos específicos que se necesitan para garantizar la conservación de los fondos bibliográficos y dictaminar las medidas que deben adoptarse para llevar a cabo un Programa Nacional de Conservación de los Documentos. En Cuba existen diferentes instituciones que atesoran en sus fondos valiosas colecciones de periódicos cubanos; entre ellas se encuentran el Instituto de Historia, Instituto de Literatura y Lingüística y la BNJM. También existen las colecciones de periódicos de las provincias cuyas principales depositarias son las bibliotecas provinciales que a su vez son las enca rgadas de realizar el trabajo de conservación de manera prioritaria. Es de señalar que aunque estas bibliotecas no realizan la microfilmación de sus publicaciones por carecer del equipamiento necesario excepto la Biblioteca Provincial Elvira Cape de Santiago de Cuba (segunda depositaria del país) , sí llevan a cabo un trabajo preventivo de encuadernación o encarpetamiento de los ejemplares según sus posibilidades y recursos; es útil destacar que todas nuestras bibliotecas provinciales poseen talleres de encuadernación y que, específicamente, la Biblioteca Provincial Gener y del Monte, de la provincia de Matanzas, es la única de este tipo que cuenta con un taller de restauración dadas las caracterí sticas de las publicaciones que atesora, por ejemplo, la colección completa del periódico Aurora del Yumurí, publicación provincial que existió durante el siglo XIX y que mantuvo su frecuencia hasta principios del XX.
Conocemos que debido a los limitados recursos y difíciles condiciones económicas por las que atraviesa nuestro país y la gran magnitud del problema presentado por nuestras colecciones, fundamentalmente los periódicos, es imposible conservar todos los documentos o transferir su contenido intelectual a otro soporte, lo que hace necesario ser selectivo a la hora de establ ecer prioridades a partir de la importancia de las publicaciones que se deben conservar, por eso adoptamos la política de priorizar la conservación de la prensa cubana. En la actualidad existen estrechas relaciones de trabajo y vínculos de colaboración entre los diferentes organismos e instituciones nacionales relacionados con el trabajo de conservación, lo que permite una mayor cooperación e intercambio tanto de equipamiento, materiales, adiestramiento y asesorías del personal encargado de realizarlo, así como el interc ambio de microformas con el objetivo de no duplicar trabajo Y ahorrar recursos, lo que ha contribuido a nuestro desarrollo en este campo.
Nuestro país tiene conciencia del problema que se ha creado y trata de resolverlo por todos los medios a su alcance. Actualmente contamos con la aplicación de diferentes técnicas tradicionales de conservación acordes con nuestras posibilidades, en especial la labor que se realiza con la microfilmación como forma de preservar nuestras publicaciones, especí ficamente la colección de periódicos cubanos. Por otra parte, el no contar con el equipamiento e insumos necesarios para realizar esta tarea en la medida deseada determina que se realice un trabajo preventivo con las publicaciones y se adopte la medida de microfilmarlas antes de ser incorporadas en los fondos, para brindar servicio con las microformas sin necesidad de manipular el o riginal, lo cual evita que las colecciones sigan deteriorándose irreversiblemente y así no sólo salvar lo posible sino preservar desde su llegada a la institución los nuevos materiales que adquirimos. Es importante destacar además que en la actualidad se dan los primeros pasos en la aplicación de nuevas tecnologías, como la digitalización de imágenes, alternativa para la preservación y conservación de nuestros documentos.
Nuestra política de atesoramiento de la prensa cubana en sus inicios determinó la creación de tres colecciones: Reserva, Investigadores y Público. La primera, como su nombre lo indica, no debe ser prestada; la segunda, sólo para el personal de labores científicas, y la tercera, para ser utilizada por todo tipo de usuario. Hoy, gracias al trabajo que se re aliza en la reproducción de documentos (microfilmación), se optó por atesorar sólo dos ejemplares, uno en la colección de Reserva y otro destinado a la colección de Público en general. Con vistas a la necesidad de conservar nuestros periódicos se lleva a cabo una política que contempla los requerimientos necesarios para realizar el pr éstamo de estos, teniendo en cuenta su estado físico y la colección a la cual pertenece (Reserva o Público).
En el caso de la colección de Reserva, si su estado es bueno o regular (manipulable) se le autoriza el préstamo a funcionarios e investigadores en ejecución de los planes priorizados de la nación. Si el estado físico es malo (no manipulable) no se presta sin distinción. En la colección de Público las restricciones son menores, ya que todo pe riódico cuyo estado físico sea considerado como bueno podrá ser utilizado por los usuarios que lo soliciten; si su estado es regular se autoriza el préstamo sólo a investigadores y alumnos que cursan los últimos años de la universidad, fundamentalmente de carreras de Humanidades, y si es malo pero manipulable, tienen acceso a ellos solamente los in vestigadores que fundamenten el préstamo en entrevista con el jefe de sala, jefe de turno o conferencista que lo atienda. Esta política es aplicable a las colecciones de periódicos que aun no están microfilmados, pues los periódicos que ya han pasado por este proceso Patria, Prensa Libre, Hoy, Revolución, Granma y Juventud Rebelde entre otros- será ;n prestados sin restricción a través de las microformas, con el objetivo de conservar el original y evitar su manipulación. Otro tipo de servicio que tradicionalmente se brinda a los usuarios es el de fotocopia, que pone en sus manos la información contenida en aquellos documentos que por su valor u otra característica no pueden ser prestados. En estos momentos, debido a nuestras limitaciones económicas, este servicio se ha visto severamente afectado tanto en lo referente al equipamiento como a lo s insumos, hasta reducirse a casos excepcionales.
A nivel mundial cada día adquiere mayor importancia la conservación del patrimonio cultural. Nuestro país no esta al margen de este propósito, y por ello se han elaborado diferentes planes de desarrollo a mediano y largo plazo, a fin de garantizar que este patrimonio continúe prestando suservicio de portador del mensaje cultural para el beneficio de las actuales y futuras generaciones. Entre las principales medidas que se han estudiado podemos citar: