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60th IFLA General Conference - Conference Proceedings - August 21-27, 1994

La Formación del Ciego como Bibliotecario

Noel Fernández Collot


ABSTRACT

Se presentan las experiencias de la formación del ciego como bibliotecario en Cuba, a niveles básico, medio y superior, así como las soluciones técnicas utilizadas para apoyar esa formación. Se destaca el papel que juegan en esa formación las bibliotecas públicas del país y el sistema de superación del Ministerio de Cultura.


PAPER

1. INTRODUCCION

Los servicios bibliotecológicos para ciegos en Cuba es un fenómeno reciente. Previo a la irrupción del cambio revolucionario, enero de 1959, los esfuerzos en tal sentido eran muy escasos, aunque valiosos.

Fue en 1941 cuando en la Fundación "Varona Suárez" de Ciudad de La Habana, institución docente a la que la gran mayoría de los ciegos cubanos mayores de 40 años deben su conocimiento del Sistema Braille y su capacitación educacional e incluso laboral, abriera sus servicios a los estudiantes y público invidente en general la Biblioteca "Raymundo Cab rera". Fue en dicho centro cultural donde por primera vez en el país se contó con el concurso de ciegos en servicios bibliotecarios. La señora Irma Masó trabajó por muchos años como bibliotecaria de la institución con el aval de la Biblioteca Nacional "José Martí", de la que recibió asesoramiento y calificación. En un trabajo de esta naturaleza no podemos olvidar el destacado pedagogo Zacarías Albiza, el cual puso su amplia y variada biblioteca personal al servicio de sus compañeros ciegos del país, convirtiéndose ella en la primera biblioteca circulante Braille de Cuba. Libros de la biblioteca de este notable ciudadano recorrieron el país brindando la luz del saber a ciegos y ciegas de todas las provincias.

2. OBJETIVOS

Con el presente trabajo nos proponemos demostrar:

2.1 Validez de la experiencia cubana en la formación de bibliotecarios ciegos y débiles visuales en los niveles básico, medio y universitario.

2.2 Papel del sistema de superación bibliotecológico del Ministerio de Cultura.

2.3 Soluciones técnicas en el empeño de la formación y actividad de los ciegos como bibliotecarios.

3. GENESIS Y PRESENTE

La creación de la Asociación Nacional del Ciego en Cuba, ANCI, el 19 de julio de 1975 abre el camino para el logro de una atención adecuada y pertinaz a este sector de la población nacional. Como parte de los esfuerzos iniciales se crea el 27 de octubre de 1984, la Casa de la Cultura de la ANCI, la que a partir de 1993 es el Centro Cultural Recreativo de dicha Asociac ión. Los fondos iniciales de la misma provienen de la antigua biblioteca "Raymundo Cabrera" y de aportes de particulares, además se va nutriendo de producciones propias y de donaciones del exterior. En ella laboran ciegos y ciegas que reciben adiestramiento y preparación para su labor por distintas fuentes.

Indiscutiblemente el momento más relevante, al menos hasta el presente, en la bibliotecología para ciegos en Cuba, lo fue la publicación en "Bibliotecas", julio-diciembre de 1982, órgano oficial de la dirección de Bibliotecas del Ministerio de Cultura de las instrucciones metodológicas para el funcionamiento de las Salas Especiales para Ciegos y Dé biles Visuales, lo cual propició gradualmente la creación de areas especializadas para ciegos y débiles visuales en todas las capitales provinciales y el municipio especial de Isla de la Juventud.

En dichas instrucciones metodológicas se estableció la composición de la plantilla para cubrir el personal a trabajar en las mismas, y se recomendaba la inserción en todas las áreas especializadas de un ciego o débil visual con conocimientos del Sistema Braille, y la debida capacitación para desempeñarse como bibliotecarios, bien de nivel un iversitario o medio, o en su defecto -al menos- el básico. En la actualidad, aun y cuando no hemos alcanzado el ideal de la ubicación de un ciego o ciega en cada una de las dieciocho instituciones bibliotecológicas que brindan servicios a ciegos en el país, ofrecemos el siguiente cuadro que nos muestra el número de estos en dichas instituciones con algunas especificidades dignas de análisis:

4. FUENTES DE PREPARACION

El sistema educacional vigente en Cuba no hace excepciones de ninguna índole. Todo ciudadano cubano tiene libre acceso a la educación y a la cultura. El artículo 51 del capítulo VI de nuestra Constitución reza:

"Todos tienen derecho a la educación. Este derecho está garantizado por el amplio y gratuito sistema de escuelas, seminternados, internados y becas, en todos los tipos y niveles de enseñanza, y por la gratuidad del material escolar, lo que proporciona a cada niño y joven cualquiera que sea la situación económica de su familia, la oportunidad de cursar estudios de acuerdo con sus aptitudes, las exigencias sociales y las necesidades. Los hombres y mujeres adultos tienen asegurado este derecho en las mismas condiciones de gratuidad y con facilidades específicas que la ley regula, mediante la Educación de Adultos, la Enseñanza Técnica y la Profesional, la capacitación laboral en empresas y organismos del estado y los cursos de educación superior para los trabajadores."
Los ciegos cubanos, como parte de nuestro pueblo, usamos este derecho constitucional y nos hemos calificado mediante:

Nivel Universitario

Un reciente graduado en la carrera de Informática en Ciudad de La Habana y un actual estudiante de bibliotecología por Estudios Libres en la provincia de Cienfuegos son los dos más recientes ejemplos de ciegos empeñados en su superación en las ramas de la bibliotecología. En el primer caso las facilidades y empeños de los profesores ayudaron al éxito final. El esfuerzo del estudiante con su máquina de escribir Braille, su grabadora y su buena memoria fueron factores decisivos.

En el segundo caso existe una articulación muy estrecha entre el estudiante y la red de bibliotecas públicas. El estudiante en cuestión vive en el batey de una fábrica de azúcar a varios kilómetros del Area Especial para Ciegos de la capital provincial, pero ésta mantiene a través de la Biblioteca Municipal y la Sucursal del poblado de resi dencia un estrecho contacto, facilitándole textos y ayuda técnica. Es notoria la decisiva participación de los bibliotecarios de las tres entidades: Area Especial, Biblioteca Municipal y Sucursal, en la capacitación y proceso de enseñanza del futuro colega.

Nivel Medio

Es este nivel donde más graduados de Técnicos en Información hemos logrado. El hecho de que los cursos sean brindados en las propias capitales provinciales, y a veces en las mismas bibliotecas donde radican las Areas Especiales ha contribuido a la matrícula y realización exitosa de ciegos y ciegas como bibliotecarios.

En casos los propios profesores han aprendido el Sistema Braille para evaluar con corrección el aprendizaje, muy especialmente en asignaturas como Catalogación y Clasificación. En todos los casos los alumnos ciegos no han sido excluidos de ninguna de las disciplinas del curso, ni tampoco se les ha evitado la evaluación que corresponda realizar. El rigor académ ico ha sido igual para videntes que para invidentes, aunque es justo reconocer que el empeño de los profesores en hacerse entender y llegar a las peculiaridades del ciego ha sido visible.

Nivel Básico

La imposibilidad de algunos por su bajo nivel escolar de calificarse como técnicos medios o universitarios ha dado por resultado la formación de auxiliares de información. Estos, como los de nivel medio en cursos para trabajadores organizados por el Ministerio de Cultura y la Red de Bibliotecas Públicas, han logrado que ciegos o ciegas puedan trabajar en instituciones bibliotecológicas para ciegos con el beneficio de personas en estas instituciones que, dado sus acondicionamientos sicológicos y su conocimiento del Braille ayudan en mucho al desarrollo exitoso de la labor cultural entre ciegos y débiles visuales.

En estos momentos la Asociación Nacional del Ciego y el Ministerio de Cultura luchan por ubicarse en todas las bibliotecas donde existan servicios para ciegos y ciegas a personas invidentes, razón por la cual están todavía cursando estudios ciegos y ciegas en varios lugares del país. Aun cuando no podemos ofrecer estadísticas sobre el empleo de ciegos como bibliotecarios en las bibliotecas escolares de las Escuelas Especiales para Niños Ciegos de la nación, se conoce que hay algunos invidentes trabajando en ellas. En la casi totalidad de los casos son ciegos que se desempeñan en estas instituciones como mecacopistas, que dada su vinculación con las bibliotecas han aprendido empíricamente labores bibliotecológicas.

5. APORTES DE LOS BIBLIOTECARIOS CIEGOS

Las instrucciones metodológicas para el trabajo de las Areas Especiales para Ciegos y Débiles Visuales de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, emprendió la posibilidad de la adecuación del sistema nacional de las mismas a las necesidades de los ciegos.

Catálogos

La Norma Cubana 39-07; 82 "Descripción bibliográfica de libros y folletos" establece los elementos necesarios para brindar la mayor cantidad de información descriptiva de los libros y folletos con el objetivo de lograr uniformidad en la composición de los asientos de los catálogos en las listas bibliográficas. Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto se establecen adecuaciones para los libros y folletos en Sistema Braille. Las fichas se realizarán siguiendo los pasos previstos en las instrucciones metodológicas que así lo explican.

Las bibliotecas cuentan en todos los casos con catálogos en Braille y en tinta. Estos son:

- Catálogos de autor, título y materia;

- Catálogos de los medios tiflológicos para el fondo de adultos, infantil y juvenil.

Registro de Información Primaria

En todos los modelos del Registro de Información Primaria, excepto en el BP-14, "Hoja de Fecha de Devolución", se escribirá en tinta en la parte superior a la escritura en Braille. Los bibliotecarios ciegos o débiles visuales de nuestros centros bibliotecológicos utilizan el Braille en la información, y pueden, a la par del técnico vidente que labora en sus respectivas bibliotecas, brindar en cualquier momento la información que se requiera. Tanto la adecuación de los catálogos, como de los registros de información primaria al Braille, ponen al bibliotecario ciego en igualdad de condiciones con su homólogo vidente y hace que los servicios bibliotecarios se brinden por unos y por otros con la misma calidad.

6. CONCLUSIONES

6.1 Se presentan las experiencias de la formación del ciego como bibliotecario a niveles básico, medio y universitario.

6.2 Se destaca el papel jugado por las bibliotecas públicas y el sistema de superación profesional del Ministerio de Cultura.

6.3 Se resaltan las soluciones técnicas diseñadas para contribuir al empeño de la labor de los ciegos como bibliotecarios.