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60th IFLA General Conference - Conference Proceedings - August 21-27, 1994

Tendencias actuales de la Clasificación y la Indización en Cuba

Dra. Yolanda Arencibia
Asociación Cubana de Bibliotecarios


PAPER

1. No pretendemos en este trabajo ofrecer una información detallada de todo lo que se hace en el campo de la clasificación y la indización en este país, sino presentar, partiendo de ejemplos concretos de algunas bibliotecas y centros de documentación, una panorámica de las tendencias principales en este sentido ya que de acuerdo con nuestros conoci mientos y experiencia pueden considerarse ejemplos que se repiten en otras instituciones nacionales.

Cada una de las bibliotecas tomadas como ejemplo, reflejan un sistema complejo de comunicación donde la clasificación y la indización actúan como intermediarios entre el especialista y la información contenida en los documentos a fin de lograr una óptima utilización de los recursos de que dispone el país. El amplio intercambio bibliográfico con bibliotecas de la región hace que esto se vea reflejado en el terreno de la indización y la clasificación. También es importante la creación de numerosas redes de información y el papel que viene desempeñando el programa INFOLAC de la Unesco, con sede en Venezuela y uno de cuyos objetivos fundamentale s es la definición de estrategias de información en América Latina y el Caribe. También es de destacarse la utilización del programa Microisis de la Unesco, que se distribuye gratuitamente y que cuenta en la actualidad con más de 7000 usuarios en la región, lo que unido a otros softwares utilizados representa un avance en el campo de la informaci& oacute;n.

2. Pasemos ahora a analizar la situación actual de los trabajos de indización y clasificación de algunas bibliotecas y centros de documentación que, a nuestro juicio, reflejan la tendencia más general en el país. Hemos tomado como ejemplos la Biblioteca de la Casa de las Américas, la del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de Cuba (ISRI), el trabajo que viene desplegando la Dirección de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, la Biblioteca Central de Ciencia y Técnica de la Academia de Ciencias de Cuba, el Centro de Documentación de la Junta Central de Plani ficación (JUCEPLAN), la red de bibliotecas de ciencias médicas del Ministerio de Salud Pública, el Centro de Documentación de la Oficina Regional de Cultura de la Unesco para América Latina y el Caribe (ORLAC) y la Biblioteca Nacional "José Martí", cabecera de la red de bibliotecas públicas del país.

3. La biblioteca de la Casa de las Américas posee una valiosa colección en el campo de la literatura latinoamericana y caribeña, aunque su alcance toca también la historia, política, sociología, lingüística, geografía, y otras ramas del conocimiento de esa región. Empezando por la indización, diremos que a partir de listas de encabezamientos de materias utilizadas ampliamente en otros países de América Latina, tales como las de Sears, Rooira y Aguayo, Escamilla, el ICFES de Colombia, la de bibliotecas públicas de España, la de la Biblioteca Nacional "José Martí" de Cuba y otras, la Casa ha construido su prop io epigrafiario en el cual se han tenido en cuenta las necesidades de información de los usuarios, las particularidades de los documentos a indizar, la precisión y exhaustividad requerida y otros aspectos.

En cuanto a la clasificación, la Biblioteca de la Casa de las Américas utiliza la Clasificación Decimal de Dewey, en sus diferentes ediciones según estas han ido apareciendo. Actualmente han comenzado a conformar una base de datos automatizada utilizando como software el Microisis lo que conlleva a su vez una revisión y actualización del epigrafiario para la conformación de un vocabulario controlado que se ajuste a sus nuevas necesidades.

4. En el campo de los museos también se está haciendo un esfuerzo en el sentido de crear vocabularios controlados para lograr un mejor intercambio de información entre esas instituciones y sus usuarios. El Sistema de Inventario del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de Cuba, a partir de las bases de datos ya existentes, está trabajando en la unificac ión del formato de presentación de datos y, con el asesoramiento de especialistas en diferentes ramas tales como artes decorativas, etnología, historia, numismática y otras, mejorando y ajustando el vocabulario que se ha venido conformando, de manera que una vez adelantados en esta línea de trabajo se logre un provechoso intercambio de información entre e ntidades similares de la región, convergiendo en lo posible en un lenguaje común para unificar la terminología aplicada a colaciones afines.

5. En cuanto a la Biblioteca del ISRI (Instituto Superior de Relaciones Internacionales) está integrada a la Red de Centros de Información de la Enseñanza Superior, que es a su vez un subsistema del Sistema Nacional de Información Científica y Técnica de Cuba (SNICT). Creada en 1981, la Biblioteca inicia en 1985 la automatización de los procesos informativos, la que se profundiza en una segunda etapa en 1988 con la utilización de Microisis de la Unesco, actualmente en la versión 3.04. La base de datos de artículos de revistas cuenta con 17 000 registros y las monografías del 88 a la fecha, unos 3000 registros. Contiene además una colección de tesis de grado del propio Instituto y otra de literatura gris en proceso de desarrollo. Sus campos temáticos son las ciencias sociales y políticas, las relaciones internacionales, el comercio exterior y el derecho internacional. Tomando esto en consideración se han venido utilizando, fundamentalmente en el procesamiento de la información, los tesauros UNBIS de Naciones Unidas, el Macrotesauro de la OECD y, en menor escala, el SPINES de la Unesco y PLANIN FORMACION, de JUCEPLAN, Cuba.

Estas herramientas de trabajo se han utilizado en la técnica de indización por asignación, aplicada a los libros, ya que en el caso de los artículos de revistas, tomando en consideración el personal con que cuenta la Biblioteca y aprovechando las diferentes técnicas de indización que permite el Microisis, se ha utilizado la indización autom& aacute;tica por extracción textual a partir de las palabras simples de un campo dado, por ejemplo el título. El ISRI prevé la indización paralela por asignación y extracción, dadas sus ventajas, aunque reconoce que se afecta el índice de recobrado, pero tiene ventajas no destinables.

6. En cuanto a la clasificación, la colección de libros anterior a 1988 se procesó utilizando la clasificación de Dewey y su indización se hizo con epígrafes, manteniéndose en un catálogo separado. La colección posterior, automatizada, se ordena de modo consecutivo en los estantes. Para facilitar su uso por los usuarios, ambo s catálogos se han unificado.

Otro de los aspectos que nos interesa destacar en cuanto a los libros es la posibilidad que tiene el usuario de postcoordinar o combinar manualmente los términos en el momento de la búsqueda, habiendo añadido un campo en posición de nota, que contiene la cadena de descriptores asignados con exclusión del término índice que encabeza la ficha en cues tión. En cuanto a los artículos de revistas, tal como expusimos, la base de datos es totalmente automatizada y la búsqueda y recuperación se realiza por computadora, entregando los resultados en forma impresa o de manera interactiva en presencia del usuario. Otro de los centros de información que incluimos en este trabajo es el de la Junta Central de Planificación, JUCEPLAN.

En sus inicios este centro comenzó la indización de sus documentos utilizando el sistema UNITERM, lo que hizo muy compleja la búsqueda una vez que la colección había aumentado sustantivamente. Se decidió entonces comenzar a utilizar el Macrotesauro de la OECD, aunque no se ajustara del todo a las necesidades terminológicas del Centro. Este trajo como consecuencia la conformación de un equipo multidisciplinario de trabajo que se dio a la tarea de elaborar un tesauro propio cuyo resultado fue el tesauro PLANINFORMACION, publicado en 1986. Tomando en consideración la necesidad de ingresar nuevos términos y eliminar o cambiar otros se volvió a trabajar en equipo y el nuevo Tesauro ya terminado se reela boró de forma automatizada utilizando el Microisis, estando pendiente la versión impresa del mismo para su comercialización. Debe destacarse que en el proceso total de indización se ha tenido en cuenta no sólo la consulta de diferentes repertorios, sino la experiencia práctica de la Red de Información Socioeconómica de América Latina y el Caribe del Comité de Desarrollo y Cooperación del Caribe, con sede en Trinidad Tobago, a la cual se encuentra integrado el Cent ro de Información de la JUCEPLAN. En cuanto a la clasificación, el Centro comenzó utilizando el Dewey, pero posteriormente este fue abandonado por no ajustarse a los requerimientos de la institución y se pasó a ordenar los libros de forma consecutiva.

7. Queremos mencionar a continuación el trabajo que lleva a cabo el Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas, dependencia del Ministerio de Salud Pública de Cuba. Aproximadamente hasta 1991 la indización se hacía utilizando el MESH (Medical Subject Headings) de la Biblioteca Nacional de Ciencias Médicas de Estados Unidos, pero a partir de esa fecha y tomando en consideración que se ajustaba mucho mejor a los requerimientos del sistema, se comenzó a utilizar el DECS (Descriptores en Ciencias de la Salud) que es una adaptac ión del MESH traducido al español y portugués y con versión también en inglés. El DECS fue creado por BIREME (antes Biblioteca Regional de Medicina, ahora Centro Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud) con sede en São Paulo, Brasil. En cuanto a clasificación el Sistema utiliza la de la National Library of Medicine, de Estados Unidos.

8. Por su parte, el Instituto de Documentación e Información Científico Técnica, IDICT, de la Academia de Ciencias de Cuba, es el eje cabecera del Sistema de Información Técnica del país. El mismo cuenta con una Biblioteca Central de Ciencia y Técnica con una valiosa colección en estas ramas del conocimiento. Los procesos de indización y clasificación están en estos momentos en una fase de transición ya que se encuentran revisando el lenguaje utilizado tomando en cuenta, entre otros, la Lista de Encabezamientos de Materia del ICFES, Colom bia y cambiando el sistema CDU por el Dewey. Por no contar con una información detallada, sólo hemos esbozado lo que está analizando esta Biblioteca en estos momentos, aclarando que no nos referimos en ningún momento al resto de las dependencias del IDICT.

9. Queremos incluir también en este breve artículo al Centro de Documentación de la Oficina Regional de Cultura de la Unesco para América Latina y el Caribe, ORCALC. Como depositario de las publicaciones de la Unesco en el país, su colección abarca todas las esferas de acción de la Organización. En sus primeros años el énfasis temático recayó en educación y desde la década del 70, en cultura, especialmente latinoamericana y caribeña. Es de destacar que no posee solamente publicacio nes de la Unesco, sino una colección representativa de publicaciones periódicas latinoamericanas y caribeñas especialmente del campo cultural, de otros organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales. Como sistema de clasificación utilizó el Dewey hasta la década del 80, fecha en que coincidiendo con el inicio de la automatización d e sus fondos pasó a ordenar los libros en los estantes en forma consecutiva.

Paralelamente, sufrió cambios en cuanto a la indización abandonando los encabezamientos de materia tomados de las listas más comunes en la región, comenzando a utilizar descriptores tanto del Tesauro de desarrollo cultural de la Unesco como el Tesauro de la Unesco. Estos son los lenguajes empleados en la creación de sus bases de datos automatizadas cuyo soporte es de Microisis, actualmente en su versión 3.04.

En ocasiones se introducen descriptores tomados de otras fuentes pero no es lo más usual. Debemos destacar que este Centro estará también enlazado al SICLAC (Sistema de Información Cultural para América Latina y el Caribe), surgido a partir de las reuniones de Ministros de Cultura de la región con la coordinación de su Secretaría Pro Tempore, ejecutado por los diferentes países que integrarán el sistema, el que cuenta con la asistencia de ORCALC.

10. Hemos dejado para el final de nuestra exposición el trabajo desplegado por la Biblioteca Nacional "José Martí" en el campo de la indización y clasificación. Desde su fundación en 1901 hasta 1917, no hubo una verdadera clasificación de sus fondos, de acuerdo a un sistema determinado. Entre 1917 y 1938 hubo distintos intentos de organización y clasificación, de 1938 a 1959 se utilizó un método de clasificación propio, elaborado por un destacado intelectual cubano, José Antonio Ramos, basado en un sistema decimal. A partir de 1959, con la creación del Departamento de Catalogación y Clasificación, se comienza la rec atalogación y reclasificación de los fondos utilizando el Sistema Decimal de Dewey, desarrollando un índice correspondiente a la historia de Cuba.

Al propio tiempo y como parte de la política cultural del país se comienza la creación de una amplia red de bibliotecas públicas cuyo órgano cabecera es la Biblioteca Nacional. Esta asume el procesamiento centralizado de los fondos iniciales y de los adquiridos posteriormente también de forma centralizada. Los adquiridos por otras vías los proces a cada biblioteca. Producto de un arduo trabajo la Biblioteca publica en 1963 la primera edición del epigrafiario de la institución, tomando términos de distintas listas de encabezamientos de materias de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos (Library of Congress Subject Headings) y añadiendo nuevos términos que se ajustaran a las necesidades del pa&iacut e;s.

Con el objetivo de perfeccionar este vocabulario, se crea una comisión para la revisión del mismo. A partir de 1990 se comenzó la introducción del epigrafiario en computadora, estando aún en proceso de perfeccionamiento. Por otro lado, queremos destacar que entre 1984 y 1990 un equipo multidisciplinario encabezado por la Biblioteca Nacional "José Martí", trabajó en la elaboración del Tesauro Nacional de Cultura y Arte, tomando como base el Tesauro de Desarrollo Cultural de la Unesco. Este trabajo se concluyó en una primera versión, pero está pendiente de publicaci ón.

En cuanto a clasificación, tal como el resto de las bibliotecas públicas del país, se utiliza el sistema de clasificación decimal de Dewey en sus diferentes ediciones. Debe señalarse que en cuanto a almacenamiento de los estantes, por problemas de espacio y dada la amplitud de la colección, se decidió comenzar a ordenar los libros en forma consecu tiva, por año, decisión que no han tenido que tomar aún el resto de las bibliotecas públicas del país, las que tienen una gran parte de su colección con acceso directo del usuario para su consulta.

11. Todo esto que hemos expuesto, nos ofrece no una visión completa, pero sí una panorámica de lo que se está haciendo en Cuba en el campo de la indización y la clasificación. En esta última, se observa un predominio de la clasificación de Dewey, aunque aún quedan centros que utilizan la CDU y en el terreno de la indizaci&oacu te;n se observa un balance entre epígrafes y descriptores. Sin duda alguna, en los próximos años y con el avance de la automatización se trabajará con nuevas técnicas y se perfeccionarán algunas de las ya existentes.