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66th IFLA Council and General
Conference

Jerusalem, Israel, 13-18 August

 
 


Code Number: 031-82(WS)-S
Division Number: VI
Professional Group: Information Technology
Joint Meeting with: National Libraries: Workshop
Meeting Number: 82
Simultaneous Interpretation:   No  

Los nombre de los de servicios

Keith Shafer
&
Terry Noreault

OCLC Online Computer Library Inc.
Dublin, OH, USA


Abstract

What's in a name? That which we call a rose by any other name would smell as sweet.

Shakespeare


Paper

Mientras que Shakespeare puede haber estado en lo cierto sobre la fragancia de las rosas, no puede decirse lo mismo sobre los nombres basados en el Web. Hemos entrado en una época en la que dar nombres juega un papel importante en quién puede acceder y proporcionar servicios para un objeto. Aquí proponemos que las referencias en el Web reflejen nombres bibliotecarios normalizados porque estos nombre proporcionan un medio para desarrollar servicios que serán más útiles para las bibliotecas, para los responsables de las bibliotecas y para los especialistas.

Cada objeto que encontramos tiene al menos un nombre, a veces más. Utilizamos nombres porque necesitamos denominaciones más sencillas para las cosas que describimos y para construir servicios en torno a ellas. En el Web a menudo pensamos en un URL como un nombre para apuntar al documento. Desde luego, esto no es del todo cierto. El item puede cambiar de sitio, invalidando el nombre URL y el item descrito podría no existir en el Web, como un coche o un libro viejo. Lo que en general se había venido llamando un nombre en el Web realmente es una "referencia". Una referencia tradicional en el mundo del papel incluiría muchas informaciones sobre el objeto en cuestión. En el Web se asume que la identificación completa única de un item se puede llevar a cabo en un solo URL. El URL es, realmente, una referencia o una petición de servicio no un nombre en o para si mismo. El nombre real del objeto es independiente del servicio proporcionado por un URL que puede referirse a algunas manifestaciones del objeto.

La idea de dar un nombre a los objetos en lugar de confiar en los URLs no es nueva. El trabajo sobre los Nombre Uniformes del Recurso (URNs) como sustitutos de los URLs tiena ya casi una década. Se han escrito artículos muy elocuentes para describir la necesidad de nombres para los objetos digitales así como los pros y los contras de utilizar soluciones basadas en nombres. El interés por nombres más naturales en el Web está ampliamente extendido. Por ejemplo, el 14 de marzo de 2.000, Steve Ballmer, presidente y director general de Microsoft anunció un futuro compromiso de Microsoft para apoyar la iniciativa RealNames Corporation Internet Keyword. Esta tecnología hace referencia a frases como "ford explorer" para URLs apropiados. El nuevo nombre para la URL en cuestión se presenta hoy igualmente en numerosos dispositivos de búsqueda y buscadores de Internet.

La comunidad bibliotecaria trata de los nombres normalizados de manera muy distinta cada día. Algunos de estos nombres y servicios tradicionales deben trasladarse al Web para ofrecer a los responsables de las bibliotecas y a los especialistas los servicios que precisan. Pensemos en un libro. El título del libro es un nombre. Proporciona al lector un conjunto de palabras que le ayudan a identificar y recordar el libro. También podemos decir que el ISBN del libro es un nombre. Mientras que el ISBN no se utiliza para atraer a un potencial lector o para recomendar el libro a un amigo es mucho más fácil de utilizar que un título cuando se construyen servicios puesto que identifica más unívocamente al libro.

Quisiéramos proponer que los identificadores del Web reflejen los nombres utilizados antes de que apareciera el Web. Esto permitirá que la mayoría de los servicios bibliotecarios tradicionales se aprovechen en muchos servicios nuevos. En resumen, proponemos que el nombre no es ni un URL, ni un URN ni un vínculo tipo URL. El nombre real de los objetos de algún modo es algo único en el mundo físico y en el Web. El nombre debería formar parte de un URL que designe un servicio solicitado. Por ejemplo, si el nombre de un libro es el ISBN, una referencia normalizada debería mostrar el siguiente aspecto:
http://purl.org/isbn/ISBN-NUMBER

Puesto que esto es un simple URL, la referencia resultante debería ser una visualización con el título del libro y una lista de los servicios disponibles. Incluso podríamos dar servicios específicos, como una visualización título/autor disponible como enlace:
http://purl.org/isbn/title-author/ISBN_NUMBER

Serían posibles muchos servicios por el hecho de que el ISBN es un conocido estándar soportado por muchos sistemas con metadatos adicionales. Sin embargo, si la referencia para un determinado libro es un URL arbitrario o un identificador privado, mejorar estos servicios sería muy difícil, si no imposible.

Como ejemplo de servicios de terceras partes y de las posibilidades de los nombres abiertos estamos investigando un prototipo de nombre de servicios utilizando los ISBNs y los metadatos a los que hemos tenido acceso. Estos servicios muestran que las nombres del Web pueden reflejar nombres normalizados de épocas pre-Web También muestran que servicios de terceros no deben ser complejos para que los usuarios finales se beneficien de ellos. Por ejemplo, las dos siguientes referencias de nuestro prototipo utilizan el ISBN tal como se sugería más arriba:
http://purl.org/isbn/0-590-33314-3
http://purl.org/isbn/title-author/0-107-15338-8

Desde luego, la idea de construir nombres de los servicios no soluciona las cuestiones del acceso y los derechos. Solo el hecho de que los nombres sean bien conocidos, no implica que todos los servicios de nombres sean gratuitos. Los servicios pueden restringirse muy bien, como en el caso de la entrega de documentos. Sin embargo, las referencias normalizadas deberían, incluso, ayudar a hacer estos servicios más consistente. Si las referencias contienen el nombre normalizado, los sitios que reciban peticiones que no puedan satisfacer pueden tomar el nombre normalizado de la petición y establecer nuevos vínculos con la página resultante para rearrancar al cliente en cualquier otro sitio. Un vínculo puede presentarse como http://purl.org/NAME-TYPE/NAME. Afortunadamente, el nombre del servicio por defecto para este nombre debería ayudar al cliente a encontrar un ejemplar adecuado o al menos proporcionar los metadatos suficientes para que el cliente pida más datos a su suministrador de información. El servicio por defecto incluso debería ayudar al cliente a verificar los mismos correctamente en el sitio que no había podido resolver la pregunta original - o proporcionarle automáticamente una clave oculta para ello.

La idea de los servicios por defecto y de los servicios capaces de ayudar a los clientes después de intentos de acceso fracasados va tomando una importancia creciente a la luz de algunos desarrollos recientes en otras partes. El mundo de la edición anunció recientemente una iniciativa para asegurar que las referencias de artículos puedan ser resueltas por el editor original de manera que el artículo pueda recuperarse. Este es un gran paso hacia una búsqueda especializada en el Web. En cualquier caso, esto redundará en un acceso más rápido a los artículos y en una mayor difusión de los materiales. Sin embargo, este esfuerzo tiene varias implicaciones importantes para los miembros de OCLC.

Los miembros de OCLC necesitan múltiples proveedores para muchos recursos. No quieren que se les ponga en una situación en la que solo haya un suministrador de la información y de los servicios que sus clientes necesitan. Como un sencillo ejemplo de por qué una fuente única no es suficiente, imaginémonos que un consorcio ha llegado a un acuerdo con un editor para alojar un ejemplar de las publicaciones periódicas durante un período de tiempo determinado en las oficinas principales del consorcio. Cuando el cliente ve una referencia de las instituciones participantes, el consorcio desearía que el artículo se recuperara a partir del ejemplar local no del proveedor remoto. Un simple acceso al suministrador original puede no resolver suficientemente este problema del ejemplar adecuado.

Una posible solución al problema del ejemplar adecuado serían los servicios de terceros que actuarían como indicadores de referencias estándar. Estos servicios podrían tomar la referencia solicitada, compararla contra perfiles complejos basados en direcciones IP, claves de paso, y metadatos administrativos y del recurso para seleccionar el ejemplar adecuado para el cliente. La referencia y los metadatos necesarios para determinar qué ejemplar debe recuperarse no necesitan (y probablemente no deben) estar vinculados. No creemos que cada sumistrador de información o cada nombre de servicio vaya a querer tratar toda esta complejidad. Además es probable que el nombre de los servicios sea proporcionado por partes distintas de los suministradores del contenido original. Además, los clientes que necesiten ayuda deberán llegar a través de una referencia a un sitio al que no tengan acceso.

Creemos que muchos servicios deberían construirse utilizando nombres que la comunidad bibliotecaria ya utiliza, como el ISBN. Es interesante señalar que muchos de los items a los que se ha asignado ISBN no están disponibles en el Web. Esto no disminuye la importancia de estas nombres y servicios. Las nombres se pueden seguir utilizando en el Web si se construyen sobre ellos servicios adecuados como las adquisiciones, catalogación, referencia y préstamo. Aunque en este artículo nos hemos centrado en ejemplos del ISBN, se pueden dar los mismos argumentos respecto al ISSN, SICI y otros identificadores únicos en el mundo de las bibliotecas y de la edición. No supone demasiado esfuerzo pensar en todos los tipos de posibles servicios una vez que nombres bien conocidos se apliquen a los objetos. La tecnología no es el factor limitador. Necesitamos que grupos como los miembros de OCLC y los editores se pongan de acuerdo sobre los nombres abiertos. Después, necesitaremos organizaciones para hacer avanzar y llevar a cabo los servicios sobre estos nombres. El mantenimiento de estos servicios supondrá un gran esfuerzo. la comunidad bibliotecaria deberá promover la utilización de estas nombres y servicios. Si los nombres de los servicios se utilizan a la ligera, el esfuerzo de construirlos y mantenerlos probablemente no habrá merecido la pena.

OCLC es una marca registrada de OCLC Online Computer Library Center, Incorporated. Ford y Explorer son marcas registradas de Ford Motor Company.

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Latest Revision: August 4, 2000 Copyright © 1995-2000
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