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Las evaluaciones que han sido realizadas en diferentes bibliotecas del mundo han demostrado que ya existen grandes cantidades de libros, periódicos y otros documentos impresos y manuscritos en Europa, América y Asia. En los Estados Unidos, hay 80 millones y en Alemania, sólo en la parte Oeste, 30 millones de libros presentan papel en estado quebradizo. En la Biblioteca Nacional de Hungría -National Széchényi Library- el papel de un 10% de los libros está en este estado, lo que significa unos 230.000 volúmenes. Junto a los libros, hay medio millón de programas de teatro, la mayor parte ácidos o quebradizos. Naturalmente, hay muchos otros tipos de manuscritos e impresos también en papel que están en este estado.
De entre ellos, el grupo más importante es la colección de colecciones periódicas que hoy comprende alrededor de 300.000 volúmenes de periódicos y revistas. La cantidad de periódicos no puede ser determinada con exactitud a pesar de que en 1888 se creó una división separada dentro de la biblioteca como Hemeroteca, a la que se le fueron añadiendo los periódicos.
En Hungría, la preservación de periódicos como tal es una misión que recae principalmente en la Biblioteca Nacional. En otras bibliotecas los periódicos que son retenidos permanentemente serán encuadernados antes o después y almacenados en diferentes condiciones ambientales, a veces muy deficientes. Aproximadamente el 70% de los periódicos antiguos -anteriores a 1952- de la nación sólo pueden encontrarse en la Biblioteca Nacional con relativa integridad. Pero la Biblioteca Nacional no tiene recursos suficientes para la encuadernación y el correcto almacenamiento de todos sus periódicos. Además, la inherente acidez y fragilidad de los papeles fue otra de las razones por las que, en los años sesenta, considerables cantidades estaban en muy mal estado, quebradizos, desmenuzados, oscurecidos o amarillos.
Con el fin de preservar lo más posible del contenido informativo de las
publicaciones periódicas se decidió microfilmar todos los periódicos húngaros
de la Biblioteca Nacional. Las necesidades económicas, técnicas, y de personal
para su desarrollo fueron proporcionadas por el gobierno. Desde 1969, la
microfilmación retrospectiva de las publicaciones periódicas se fue
desarrollando y se han reproducido anualmente alrededor de un millón de
páginas.
Antes de la microfilmación, se realizaron reparaciones pequeñas, grandes o
completas en los ejemplares para asegurar la máxima legibilidad posible. Cuando
el papel estaba excesivamente quebradizo o fragmentado se desacidificaba y
reforzaba. Para ello se utiliza tisú japonés y polietileno.
Los negativos originales con calidad de archivo se conservan en un archivo con aire acondicionado a 15-161C y 30-40% HR. Sin embargo, no se realizan segundos negativos. Las películas positivas se guardan en los depósitos de los periódicos. Los originales, si su copia positiva está disponible, pueden ser consultados sólo en casos excepcionales. Después de ser microfilmados, los periódicos originales son retenidos en la Biblioteca Nacional porque la mayor parte de los periódicos antiguos sólo pueden encontrarse aquí y, en numerosos casos, como única copia. Los periódicos, si no están encuadernados, se colocan en una caja a medida de cartón corrugado forrada con papel alcalino. Este es el método de preservación utilizado también para las copias de archivo de los periódicos actuales. Las segundas copias de periódicos actuales se encuadernan porque serán consultadas antes de poder ser microfilmadas.
Los microfilmes de periódicos son grabados y publicados regularmente en los registros de la Biblioteca Nacional. A través de estos registros, otras bibliotecas pueden solicitar, previo pago, microformas para completar o preservar sus colecciones de periódicos. Los que se realizan en la Biblioteca Nacional son lo más íntegros posible, ya que los títulos incompletos se completan con ejemplares de otras bibliotecas. La Biblioteca Nacional también tiene microfilmados periódicos húngaros que se encuentran en bibliotecas de los países de alrededor (Austria, Eslovaquia, República Checa, Serbia y Croacia).
En 1997 se ha iniciado un nuevo proyecto en la Biblioteca Nacional: La microfilmación de libros quebradizos. El primer criterio de selección es el uso. Después de la primera consulta, el ejemplar quebradizo se coloca en una caja -si no ha sido aún colocado-, se etiqueta y se anota la fecha de consulta. En la segunda petición se informa y entonces, -después de la tercera consulta- el libro se microfilmará. Cuando el positivo está disponible, en la etiqueta de la caja figura el texto Aeste libro sólo puede ser consultado a través de microfilme@. Si el papel está extremadamente quebradizo, deberá ser microfilmado antes o después de la primera consulta.
En Hungría las fábricas papeleras realizaron entre 1975 y 1980 los primeros ensayos para la producción de papel neutro empleando un agente de encolado y cargas de carbonato de calcio. En esta época, la introducción de tecnología para la producción de papel de escribir e imprimir fue obstaculizada por la inestabilidad de la dispersión de encolado y los elevados costos. Después de las primeras tentativas, el primer cambio de importancia se produjo en 1984, cuando una de las máquinas de la fábrica de Szolnok se transformó para el uso con materiales libres de ácido. Esta conversión era necesaria porque los residuos que se formaban en la máquina de encolado, que empleaban pigmentos de carbonato de calcio, no pueden ser reciclados si el medio es ácido. La conversión significó que el sulfato de aluminio no podía ser utilizado por más tiempo. Además el agente de encolado trajo consigo cambios en toda la tecnología de fabricación de papel. La conversión gradual en Szolnok, el incremento del precio en los agentes de encolado basados en la resina de pino -que necesita un medio ácido-, el precio razonable y el incremento de la calidad y cantidad de rellenos basados en los carbonatos húngaros convencieron a otras fábricas. El porcentaje de papel libre de ácido para escritura e impresión producido en Hungría es una clara indicación de la tendencia: desde el 10% en 1984, 30% en 1986, más del 60% en 1990 hasta el 100% actual.
En 1980 el grupo de investigación de conservación de la Biblioteca Nacional realizó diferentes experimentos junto con una fábrica y el Instituto de Investigación de Papel para producir papel fino con buena opacidad, estable, permanente y libre de lignina y ácido. La Biblioteca Nacional planeó copiar los ejemplares de depósito de los periódicos más nuevos en este papel para reducir el volumen de periódicos que necesitarían conservación en el futuro. En el inicio de los 90, hemos conseguido la formula de la composición adecuada, pero en los últimos años, la Biblioteca Nacional no ha tenido los recursos económicos necesarios para obtener papel fino de gran resistencia -que deberían estar libres de pasta mecánica y contener pulpas de algodón y de pino- y para seleccionar una fotocopiadora de gran tamaño para la reproducción de periódicos.
Mientras tanto, la tecnología de la fabricación del papel de impresión de periódicos importado en Hungría también ha cambiado. El medio ácido en el que anteriormente se hacía el encolado se ha transformado a neutro o alcalino y se ha hecho posible el uso de cargas de carbonato de calcio. Así estos papeles de periódico no son ácidos sino débilmente alcalinos. Obviamente no se deteriorarán tan rápido y severamente como los ácidos. A causa de su pobre composición fibrosa, su resistencia mecánica no es suficiente, pero conserva su resistencia original durante largo tiempo.
Al igual que los productores de papel de periódicos, alguno de los fabricantes de papel de escribir y de impresión han convertido su tecnología de encolado en medio ácido al encolado neutro o alcalino en Europa Central y Oeste. Esto hace posible emplear un relleno alcalino, carbonato de calcio en lugar de greda, que es neutro pero sin efecto positivo para la permanencia del papel. En la segunda mitad de los 80, el costo de los carbonatos con los que se mejora el porcentaje de blancura del papel descendió, abaratando su producción. Esto es importante porque es el precio el que manda en la industria papelera, no la permanencia.
La cantidad de papel libre de ácido fabricado en Hungría no es igual a la cantidad que se utiliza, si tenemos en cuenta la importación y exportación. Como consecuencia de la completa liberalización de la importación a Hungría, desde 1989-1990 han sido importadas grandes cantidades de papel de impresión. Numerosos editores nuevos e imprentas muestran a veces preferencia por el papel extranjero a causa de su buena calidad y relativo bajo precio.
Conociendo el gran cambio en la producción de papel de impresión no ácido entre 1986 y 1996 y el hecho de que una gran cantidad de papel era importado de Europa del Norte, Oeste y Centro para los libros que eran publicados en Hungría los últimos diez años, uno puede asumir que el papel preponderante del papel ácido ha terminado. Para conseguir una visión clara de esta afirmación, analizamos la acidez/alcalinidad y la presencia de lignina en el papel de los diferentes libros que fueron depositados como copias entre 1996 y 1996. Con una muestra aleatoria pero significativa, se seleccionaron y analizaron 450 libros impresos en papel no estucado. Los resultados se muestran en la tabla I.
La proporción de papeles libres de ácido utilizados para la impresión de libros parece estar estabilizada alrededor del 85% durante los últimos cinco años. Esto demuestra que el encolado por métodos alcalinos o neutros y el uso de carbonato de calcio como carga se ha extendido firmemente en la tecnología papelera europea y que el uso de papeles de impresión alcalinos o neutros predomina en Hungría.
En 1993 y 1994 el Instituto de Investigación para la Industria Papelera analizó diez papeles diferentes (impresión, fotocopia y preservación) producidos en tres factorías húngaras para determinar si estos papeles cumplían los requisitos de la norma ISO 9706. Este análisis fue iniciado por los Archivos Nacionales y la Biblioteca Nacional. Todos los papeles reúnen los requisitos, pero las fábricas no han dado excesiva importancia a este hecho como demuestra el que no mencionen la permanencia de sus papeles en la descripción de los productos. Así, los editores y las imprentas no tienen información sobre ello y no pueden emplear libremente estos papeles libres de ácido o, en ocasiones, permanentes, aunque quieran hacerlo. En sus publicaciones no pueden hacer mención de que Aeste papel cumple los requisitos de la norma...@. Por ello, creo que las bibliotecas y organizaciones bibliotecarias deben hacer grandes esfuerzos para asegurar que la calidad -incluyendo la permanencia- del papel sea indicada en la descripción del producto. El nombre, calidad y origen el papel, junto con el nombre exacto del fabricante, debe ser indicado también en las publicaciones. Esto proporciona la base para estimar la esperanza de vida de cada publicación, especialmente si las propiedades de envejecimiento del papel empleado son conocidas.
Ácido Neutro o alcalino Año publicación Con pasta mecánica Sin pasta mecánica Con pasta mecánica Sin pasta mecánica 1986 18% 80.5% - 4.2% Total: 98.5%* Total: 4.2%* 1989 32% 37.5% 1.4% 30.6% Total 69.5%* Total: 32%* 1992 8.3% 4.2% 25% 62.5% Total: 12.5% Total: 87.5% 1993-1996 12.2% 4.8% 11.5% 73.5% Total: 15% Total: 85% Tabla 1. * El resultado es mayor del 100% porque hay algunos libros en los que se encuentran papeles ácidos y neutros juntos. Estos libros han sido consignados en las dos categorías.