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64th IFLA General Conference
August 16 - August 21, 1998
Code Number: 040-112-S
Division Number: I.
Professional Group: University Libraries and other General Research Libraries
Joint Meeting with: User Education
Meeting Number: 112.
Simultaneous Interpretation: No
La colaboración entre el personal docente e investigador y los bibliotecarios
a la hora de elaborar planes de estudios para el próximo milenio - la experiencia en los Estados Unidos
Hannelore B. Rader
University of Louisville
Louisville, Kentucky, U.S.
RESUMEN:
Una revolución tranquila y sosegada se está desarrollando en la mayor parte de las Universidades de los Estados Unidos. Las nuevas tecnologías, los organismos de financiación y la competencia están obligando al personal docente a replantearse tanto el contenido de los planes de estudios para la mayoría de las disciplinas académicas como las formas de enseñarlas. Al mismo tiempo, el personal de las bibliotecas universitarias se está viendo sometido al mismo tipo de presiones a la hora de replantearse su papel dentro de la enseñanza superior. La necesidad que tienen tanto los alumnos como los propios docentes de conseguir una mayor y mejor capacidad de acceso y uso de la información está obligando a los bibliotecarios a implicarse más aún en actividades docentes directas. Los bibliotecarios están desarrollando una gran variedad de programas de alcance para trabajar más estrechamente con sus colegas enseñantes en la integración de la adquisición de las capacidades de acceso y uso de la información dentro de los planes de estudios. Varios ejemplos tomados de diferentes Universidades norteamericanas pondrán de manifiesto la gran variedad de esfuerzos que están llevando a cabo los bibliotecarios para cambiar el desarrollo de los planes de estudios con vistas a que los estudiantes terminen sus carreras bien preparados para su participación en la sociedad de la información.
Paper
Introducción
Al tiempo que la enseñanza superior se prepara para el siglo XXI están ocurriendo cambios sustanciales, debidos a los nuevos desarrollos tecnológicos y a la necesidad que tienen tanto los alumnos como los docentes de adquirir habilidades en el uso de ordenadores y en el acceso a la información. El aprendizaje debe ser ya una actividad continuada y constituir casi "una forma de ser" (1). Las Universidades tienen que enseñar a todos sus miembros la manera de integrar las oportunidades de aprendizaje en todo lo que hacen, con el fin de poder tener éxito en un entorno laboral que cambia continuamente, en sus organizaciones y empresas, y en la sociedad en su conjunto. La enseñanza superior tiene que mirar atentamente al mundo de las empresas, donde las ventajas estratégicas están basadas cada vez más en que las organizaciones aprendan a aprovechar las tecnologías en continuo desarrollo, Internet, el mercado global y la nueva economía.(2)
En los Estados Unidos el entorno de la enseñanza superior durante la última década ha sido difícil. Los organismos de financiación de las Universidades y otras instituciones de enseñanza superior se han ido haciendo más exigentes a la hora de evaluar los resultados de la enseñanza superior y la productividad del profesorado. Ha habido una dura competencia entre instituciones públicas y privadas para atraerse alumnos. Instituciones académicas con ánimo de lucro como la Universidad de Phoenix han logrado añadir una nueva dimensión al entorno siempre cambiante de la enseñanza superior. La demanda de oportunidades de educación a distancia y la universidad virtual en fase de desarrollo han contribuido al incremento de la tensión en un entorno académico ya de por sí problemático. Los equipos gestores de las Universidades están siendo cada vez más presionados por los legisladores y por los propios órganos de gobierno para que obren milagros
- haciendo más cosas con menos recursos,
- presentando más y mejores resultados de investigación, y
- produciendo titulados superiores con grandes posibilidades de empleo.
La competencia entre las Universidades y otras instituciones de enseñanza superior, aunque no es nueva, sin embargo se está haciendo cada vez más dura. Docencia, investigación y servicios (las tres caras de la misión de la Universidad y de sus bibliotecas) están siendo reformadas, creándose un clima apropiado para las transformaciones y nuevas oportunidades. Del mismo modo que las Universidades, las bibliotecas se están reestructurando para poder adoptar los desarrollos tecnológicos y adaptarse a las demandas cambiantes de información y a las necesidades de los estudiantes.(3)
La enseñanza superior en los Estados Unidos
En los Estados Unidos hay más de 3,700 instituciones públicas o privadas de enseñanza superior, con más de 15 millones de estudiantes matriculados, de los cuales el 70% lo están en instituciones públicas con un coste que alcanza miles de millones de dólares. Estas Universidades y demás instituciones de enseñanza superior tienen más de 4,600 bibliotecas con unos fondos bibliográficos de más de 1,200 millones de volúmenes.(4)
El coste de la enseñanza superior tanto para los individuos como para las propias instituciones ha seguido aumentando cada año. Por ejemplo, los gastos de matrícula e inscripción han aumentado en más de un 200% desde los años 1980s. La enseñanza superior es una operación cara; se ha convertido en un "gran negocio". Al mismo tiempo, el apoyo federal y de los distintos estados a la enseñanza superior ha ido disminuyendo. Los legisladores, los equipos de gobierno y los organismos de acreditación están comenzando a reclamar
- mejor evaluación,
- resultados claramente mensurables para los licenciados en cuanto a sus posibilidades de competir en el mercado global
- mayor productividad del personal docente tanto en enseñanza como en investigación.
En otras palabras: se está aplicando a la enseñanza superior como nunca anteriormente una presión externa para inducir cambios equiparables a los que se están produciendo en la sociedad en su conjunto.
Lentamente están comenzando a surgir nuevos modelos para las Universidades a la hora de abordar las necesidades de financiación y la competencia. Algunas se convierten claramente en instituciones con ánimo de lucro, como la Universidad de Phoenix, en Arizona, con una importante cartera de valores en Wall Street y presencia significativa en muchos de los estados. Otras instituciones están intentando convertirse en universidades virtuales, ofreciendo enseñanza a distancia por medio de Internet a cualquier lugar de los Estados Unidos e incluso del mundo. El modelo de universidad virtual ofrece a los alumnos oportunidades educativas de aprendizaje a distancia e independientemente de los plazos habituales, algo que muchas personas desean.(5)
Y otras Universidades están en parte conviertiéndose en "sociedades anónimas", usando la financiación obtenida del mercado para diversos programas e iniciativas educativas.
Muchas de estas iniciativas están resultando muy controvertidas a los ojos del personal docente, que siempre ha creído tener autonomía dentro de la Universidad y control total del plan de estudios. Cuestiones todavía por resolver son:
- ¿Cómo se las arreglará el profesorado ante tantos cambios inminentes?
- ¿Cómo se enfrentarán a las exigencias de una productividad mayor?
- ¿Qué va a pasar con el sistema de plazas de profesor en propiedad?
- ¿Cómo afectará todo esto a la reforma de los planes de estudios?
- ¿Cómo abordará el profesorado las demandas de nuevas formas y estilos de enseñanza?
Las bibliotecas universitarias en la encrucijada
Igual que las Universidades, las bibliotecas universitarias se encuentran en el centro de una revolución no tan sosegada, y han estado en esta situación durante mucho más tiempo que las propias instituciones de las que dependen a causa de la explosión de la información electrónica. A lo largo de la última década, las bibliotecas universitarias han tenido que volver a reflexionar una y otra vez sobre la forma en que están desarrollando su trabajo ante el hecho de tener que adquirir, procesar y equilibrar sus colecciones de formatos impresos y sus recursos de información electrónica al mismo tiempo que se afrontan las consecuencias y los problemas de la inflación anual en la adquisición de materiales. Han tenido que crear un acceso eficaz y sin fisuras a la información en formato electrónico. Además, los bibliotecarios han tenido que arreglárselas con varias generaciones de programas de automatización de bibliotecas, desde la primera generación de sistemas de catálogos en línea hasta la última de sistemas integrados cliente-servidor basados en la red. Los bibliotecarios ya han conseguido un progreso sustancial a la hora de
- replantearse los flujos de trabajo,
- manejar la información electrónica,
- acceder y utilizar la información electrónica con fines de enseñanza y aprendizaje.
Gracias a su experiencia, los bibliotecarios cada vez más aparecen en las Universidades como líderes en el entorno de la información electrónica, donde nuevos formatos de información y de conocimiento están comenzando a tener un gran impacto sobre la forma de aprender, enseñar y, hasta cierto punto, investigar.
Además de replantearse el proceso técnico, los bibliotecarios han comenzado a reestructurar los servicios al público y su papel dentro de la Universidad.(6)
Tal y como ya se ha señalado anteriormente, hay una gran presión sobre el profesorado para que incremente su productividad y para que cambie las estrategias docentes. Estas exigencias de reorientación de las Universidades entrañan dificultades y también requieren tiempo. Podrán verse cumplidas si se utilizan equipos de docencia, que tienen que incluir a representantes del profesorado y a tecnólogos, bibliotecarios y pedagogos. La participación en tales equipos dará a los bibliotecarios la oportunidad de
- facilitar la integración de la información electrónica en el plan de estudios y el curriculum,
- ofrecer su experiencia en la enseñanza de las habilidades de acceso y uso de la información a los alumnos,
- ayudar al profesorado a familiarizarse con los formatos electrónicos de información,
- ofrecer a los estudiantes instalaciones y equipamiento para el aprendizaje.
Este nuevo tipo de instalaciones para el aprendizaje puede incluir centros de aprendizaje en colaboración, espacios para estudio en grupo, centros para teleconferencias interactivas y aulas de ordenadores.
En el futuro, la calidad de las bibliotecas universitarias se evaluará sobre la base de la forma en que ellas conectan a sus usuarios con la información y los conocimientos que necesitan, independientemente del lugar donde los contenidos puedan estar almacenados.(7) Los bibliotecarios, a su vez, serán evaluados de acuerdo con lo bien que sean capaces de solventar las necesidades de información y de aprendizaje de los alumnos. Serán vistos como copartícipes con el profesorado en la tarea educativa de ayudar a los estudiantes a convertirse en consumidores efectivos de información.
Replanteamiento de los planes de estudios
Desde la década de los años 1980s se han ido implantando reformas educativas, y muchos miembros del profesorado se han mostrado preocupados por la adquisición de conocimientos y habilidades para pensar críticamente y ser capaces de resolver problemas por parte de los estudiantes. Los progresos de la reforma educativa a la hora de plantearse la solución de estos problemas han sido lentos, en parte porque, en general, el profesorado no está suficientemente preparado ni formado en pedagogía o en tecnología educativa. Necesitan ayuda para integrar la información electrónica en la docencia.
En la actualidad hay una gran presión sobre el profesorado para que reestructuren los planes de estudios de forma que se puedan cubrir las nuevas necesidades de aprendizaje de los estudiantes. Este es un entorno totalmente nuevo en la Universidad, donde el desarrollo curricular siempre ha sido de la total responsabilidad del profesorado. Sin embargo, la presión de los órganos de financiación, de las necesidades comunes de las empresas y de la nueva generación de estudiantes está comenzando a forzar una revolución más o menos tranquila en las Universidades con un enfoque primordial sobre la revisión de los planes de estudios. La empresa educativa es vista como un proceso de búsqueda heurística que favorezca programas que requieran mayor investigación. Si la educación ha de ser fiel a su misión esencial, tiene que utilizar el acceso a todos los tipos de recursos de información a lo largo de todo el proceso de aprendizaje. Compartir la información y embarcarse en proyectos de aprendizaje en colaboración debería ser parte integrante de cualquier experiencia de aula.(8). Para todas las disciplinas, el aprendizaje basado en los recursos dependerá de los recursos de información electrónica y de la implicación de los bibliotecarios en la enseñanza de las destrezas en el acceso y uso de la información.
Capacitación en acceso y uso de información
- es importante dentro del plan de estudios en la enseñanza superior,
- es la clave para el aprendizaje continuo y de por vida en el trabajo y en la sociedad,
- mejora el entorno de la docencia y del aprendizaje,
- es la destreza vital para la supervivencia en el siglo XXI.(9)
La capacitación en el acceso y uso de la información puede ser considerada como arte liberal o como técnica, y debería estar contemplada como parte integral del plan de estudios, incluso aunque ello suponga un reto mayor. Un plan de estudios que cumpla con lo anterior deberá contemplar las técnicas e instrumentos disponibles en relación con:
- información electrónica como dispositivos y componentes, programas, ordenadores, multimedia;
- recursos de diferentes tipos y formatos de información;
- producción y origen de la información;
- metodología de la investigación en el entorno informatizado;
- conocimientos de edición;
- destrezas para valorar críticamente los distintos componentes de la información y sus fuentes.(10)
Socios para la capacitación en el acceso y uso de la información
Los bibliotecarios se hallan en una posición única para poder convertirse en socios del profesorado para la reforma de los planes de estudio y para el logro del aprendizaje basado en los recursos para los estudiantes. Sin embargo, para lograr esta nueva función, los bibliotecarios deben romper con su tradicional postura reactiva y convertirse en líderes e innovadores en su interacción con el profesorado.(11)
El aprendizaje basado en los recursos requiere entornos de aprendizaje activos en los que los estudiantes, bajo la supervisión del profesor/facilitador, utilizan una gran gama de recursos de información para resolver problemas. Los bibliotecarios están especialmente cualificados para asociarse con el profesorado y ofrecer su dominio de los recursos e instrucción en su utilización. La enseñanza de las destrezas en el acceso y uso de la información es lo que los bibliotecarios pueden aportar como socios, porque están preparados para enseñar a los alumnos cómo encontrar, valorar, organizar y aplicar la información para solución de problemas. Están preparados para enseñar a los estudiantes y a los propios profesores la metodología y el tratamiento necesarios para localizar y utilizar con eficacia las fuentes de información electrónica.(12)
Los bibliotecarios ya están colaborando con el profesorado en
desarrollos educativos a través de iniciativas de ámbito nacional:
- Grupo de Discusión sobre Alianzas para las Nuevas Directrices en Enseñanza/Aprendizaje, de la Association of College and Research Libraries (ACRL),
- Mesas Redondas sobre Enseñanza y Aprendizaje, de la American Association of Higher Education (AAHE),
- Iniciativa Nacional sobre Infraestructura de Aprendizaje, de EDUCOM,
- Programa para las Nuevas Comunidades de Aprendizaje, de la Coalition for Networked Information (CNI).
Estos grupos de colaboración de ámbito nacional dentro de la enseñanza superior están dando la oportunidad de que bibliotecarios y profesores trabajen juntos a la hora de replantearse la enseñanza y el aprendizaje. Dentro de los programas para las nuevas comunidades de aprendizaje de la CNI, se anima a equipos de profesores, bibliotecarios, expertos en informática y estudiantes a que trabajen juntos en la reestructuración de los programas de las asignaturas.(13)
Se han identificado algunos impedimentos como
- insuficiencia de infraestructuras y recursos,
- compromiso de tiempo requerido para desarrollar nuevos métodos y contenidos, especialmente en el caso de que se contemple el acceso desde fuera del campus,
- problemas de derechos de autor.(14)
Los bibliotecarios han tomado en muchas Universidades la iniciativa de enseñar al profesorado el uso de Internet y de la WWW aplicado a disciplinas académicas específicas. Han dado cobertura y apoyo a seminarios sobre Internet para departamentos y disciplinas específicas con el fin de
- presentar al profesorado las nuevas fuentes de información
- ayudarles a construir páginas de WWW para sus propios fines y para la enseñanza
- ayudarles en el acceso y uso de bases de datos de revistas electrónicas de texto completo
- enseñarles a compartir recursos electrónicos.
Ejemplos de colaboración entre bibliotecarios y profesores
En los Estados Unidos y dentro de la enseñanza superior hay numerosos ejemplos de asociación entre bibliotecarios y profesores. Varían enormemente en complejidad y en alcance, pero demuestran que tal colaboración es posible y puede resultar eficaz para todos los que participen.
Este tipo de cooperación requiere una cierta cantidad de creatividad y de espíritu emprendedor por parte de los bibliotecarios, que necesitan acercarse al profesorado para iniciar este tipo de actividades de cooperación. Una bibliografía exhaustiva que incluye todos los proyectos de capacitación en el acceso y uso de la información y otras cuestiones relacionadas ha sido preparada por bibliotecarios de la Universidad de Massachusettss-Dartmouth (15).
Aquí tenemos unos cuantos ejemplos de colaboraciones actuales, junto con las referencias para información adicional:
La Galería de la Información, de la University of Iowa
Un esfuerzo conjunto de las bibliotecas, la oficina para las tecnologías de la información y el profesorado dió como resultado la Galería de la Información, una instalación diseñada para apoyar el uso de los servicios electrónicos para la investigación, la docencia y el aprendizaje independiente. Incluye un compromiso formal de cooperación y comunicación continua y se ha estado llevando a la práctica desde los primeros años 1990s (16).
El nuevo modelo de biblioteca electrónica para la docencia centrada en el estudiante, de la California Polytechnic State University
Describe un nuevo modelo para el aprendizaje. Incluye un aula electrónica, una confluencia de información y un laboratorio multimedia para lograr el aprendizaje centrado en el alumno y la competencia en el acceso y uso de la información. En la actualidad ofrece un curso de diez semanas para entrenar en el acceso y uso de la información. Es un modelo de colaboración entre profesores y bibliotecarios para enseñar a los estudiantes, dentro de un nuevo entorno de aprendizaje, cómo convertirse en consumidores competentes de información (17).
El Curso de Formación General, de la California State University-San Marcos
Enseña a los estudiantes recién ingresados las competencias en el acceso y uso de la información. Planificado conjuntamente por bibliotecarios y profesores, tras las primeras imparticiones del curso se harán las oportunas revisiones tras la evaluación correspondiente(18).
El Programa de servicios de información de Vancouver (VIS), de la Washington State University
Ofrece formación en tecnologías a los alumnos, al personal y al profesorado por medio de talleres centrados en las necesidades, incluyendo minitalleres a través de la red(19).
El Curso interdisciplinar de aplicaciones de los ordenadores, del Hunter College
Se debe a la colaboración entre un bibliotecario y un profesor de Filosofía para enseñar a los alumnos las aplicaciones de los ordenadores(20).
El Programa de Universidad Cableada de la University of Washington
Demuestra cómo la colaboración entre bibliotecarios, informáticos, técnicos de comunicaciones y Extensión Universitaria puede dar como resultado una serie de iniciativas en docencia y aprendizaje a escala de campus(21).
Nuevos instrumentos para potenciar el aprendizaje, de la Johns Hopkins University
Fue desarrollado gracias a los esfuerzos conjuntos de profesores de Educación Continua y la biblioteca para extender el acceso desde fuera del campus a la biblioteca y a los servicios de información para los estudiantes de postgrado de tipo no tradicional. Los estudiantes y el profesorado se comunican y obtienen los recursos que necesitan electrónicamente(22).
El Programa de Enlace con la Biblioteca, de la University of Louisville
Ha comenzado a construir la colaboración con el profesorado en todas las disciplinas por medio de la política de desarrollo de las colecciones y esfuerzos de coordinación para introducir en el plan de estudios la formación en competencias de acceso y uso de la información. Bibliotecarios, profesores y expertos en tecnología se asocian para enseñar el curso de formación general que se exige a los alumnos.
Otros ejemplos de programas de formación en competencias de acceso y uso de la información a través de la red pueden encontrarse en un listado preparado por bibliotecarios del Carleton College(23).
Sugerencias para la colaboración en programas de formación
Para poder llevar a cabo en colaboración programas potentes de formación, resulta de la máxima importancia la interacción dinámica entre bibliotecarios y profesores. A todo lo largo y ancho de la comunidad académica de los Estados Unidos se describen en las publicaciones especializadas muchos esfuerzos notables de asociación entre bibliotecarios y profesores. En particular, son los pequeños colegios universitarios de artes liberales los que han logrado sustanciales progresos a la hora de efectuar estas colaboraciones tan fructíferas(24).
Tomando como punto de partida las distintas experiencias descritas en las publicaciones especializadas en biblioteconomía y ciencias de la información, los bibliotecarios tienen que ser muy conscientes, a la hora de intentar construir estas colaboraciones con el profesorado, de los siguientes puntos:
- Planificar con mucho cuidado todo lo que se refiera a recursos que impliquen
- personal
- tecnología
- instalaciones
- tiempo.
- Conocer muy bien al profesorado y comprender el plan de estudios.
- Recordar siempre que el papel del profesorado sigue siendo central para asegurar el éxito.
- Comprender el contenido de la asignatura en la que se quiere colaborar y saber cómo se ajustan a ella los recursos de información de que se dispone.
- Utilizar equipos de trabajo y sacar provecho de las competencias de cada miembro del equipo.
- Comenzar siempre con pequeños proyectos piloto.
- Revisar los programas de acuerdo con la evaluación y la retroalimentación obtenida.
Conclusión
Resulta obvio afirmar que tanto la enseñanza superior como los bibliotecarios de bibliotecas universitarias se encuentran en una encrucijada al aproximarse el nuevo milenio. Docencia y aprendizaje están sufriendo revisiones importantes, y abundan las oportunidades de colaboración entre bibliotecarios y profesores a la hora de llevar a cabo los cambios en los planes de estudios y en los curricula de las Universidades. Para tener éxito, los bibliotecarios tienen que permanecer alerta, ser creativos y estar constantemente informados de lo que ocurre en sus centros universitarios. Muchos ejemplos de colaboración entre bibliotecarios y profesores existen ya, y cada día se crean nuevos. Bibliotecarios que comenzaron hace algunos años a ofrecer al profesorado talleres sobre Internet y formación en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se están encontrando ahora en situaciones en las que el propio profesorado busca su asesoramiento y ayuda a la hora de replantearse sus formas de enseñar. Esta es la situación por la que estamos luchando.
NOTAS
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