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60th IFLA General Conference - Conference Proceedings - August 21-27, 1994

Las Bibliotecas Públicas para Niños en Cuba


Adrián Guerra Pensado
Jefe de Salas Especializadas para Niños, Jóvenes y Adultos
Biblioteca Nacional "José Martí"
Cuba


ABSTRACT

Se da información general sobre el desarrollo y estado actual de las bibliotecas públicas para niños. Extensión, caracterización y estructura de los servicios. Programación de actividades dentro y fuera de las bibliotecas. Captación del personal. Logros y dificultades.


PAPER

En Cuba la educación y la cultura al alcance de todos son considerados problemas de importancia estatal así como las publicaciones y la creación de servicios bibliotecarios. La Campaña de Alfabetización de 1961 fue el primero de un conjunto de esfuerzos al que siguió la proliferación de nuevas escuelas para niños y adultos, de niveles prima rio y secundario. La enseñanza obligatoria y la universalización de la enseñanza aseguraron un movimiento masivo hacia la educación y fueron elemento impulsor para la creación de una red nacional de bibliotecas escolares del Ministerio de Educación y de un esfuerzo homólogo por parte del entonces Consejo Nacional de Cultura para crear una red de b ibliotecas públicas que da lugar con su sostenido esfuerzo al actual Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas del Ministerio de Cultura encabezado por la dirección de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, la cual se suma desde sus inicios a aquella masiva urgencia de información, vital para el desarrollo económico del país y adopta, jun to a las funciones que le son inherentes, las funciones de biblioteca pública.

El Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas cuenta hasta este momento con 369 bibliotecas 13 provinciales, 155 municipales y 201 sucursales- diseminadas en áreas urbanas y rurales incluyendo lugares muy distantes y de difícil acceso como las montañosas donde la tienda, la escuela, el puesto médico, la biblioteca y el círculo social son el centro de los s ervicios y actividades sociales de la comunidad. Existen además 9 bibliobuses que brindan servicios en varias provincias con enormes y hermosos resultados aunque en estos momentos su servicio está en crisis por la falta de combustible y piezas de repuesto para estos equipos dadas las dificultades económicas por las que atraviesa el país.

El servicio para niños está contemplado en todas las bibliotecas del sistema incluyendo las de montaña y las creadas en los bateyes de los centrales azucareros. También los bibliobuses tienen un gran número de entusiastas y fieles lectores entre los niños. Todas las bibliotecas para niños son secciones o departamentos de bibliotecas públic as y dependen de una dirección, administración y departamentos de servicios y procesos técnicos únicos.

Los fondos son por su contenido universales y los servicios se estructuran en correspondencia con las edades e intereses de los usuarios. La generalidad de las bibliotecas poseen dos áreas o salas o en su lugar una sala dividida convenientemente en dos áreas con el fin de establecer el servicio diferenciado a niños y adolescentes. Esto permite crear dos ambientes diferentes y agradables para las distintas categorías de usuarios que a ellas asisten.

La sala infantil brinda sus servicios a pre-escolares y niños del primero al cuarto grados (9 años). El fondo es general y está organizado según temáticas. Cuenta con mobiliario acorde con la estatura de sus lectores y estantería abierta. Los libros de los pre-escolares se hallan situados en estantería dedicada exclusivamente a aquellos que a&ua cute;n no saben leer y cuyos libros poseen muy escaso o ningún texto. En esta sala los bibliotecarios inician a los niños en el disfrute de la lectura y el gusto por los libros. Cada visita deberá ser convertida en una experiencia agradable. El afecto y la alegría que el bibliotecario muestra ante la visita de los niños son catalizadores fundamentales que fav orecen el impacto positivo que deberá ejercer sobre estos y le permitirán introducirlos en todo tipo de conocimientos. A los adultos que acompañan a los niños se les manifiesta el reconocimiento por su esfuerzo y se halaga su preocupación por educarlos. Este es el primer paso para el establecimiento de relaciones más estrechas con las familias y los mae stros ya que los bibliotecarios de estas salas saben que la frecuencia de visita de muchos de sus pequeños usuarios depende del grado de relación que ellos establezcan con los mayores que los tienen bajo su cuidado. Por lo tanto el servicio de padres y otros adultos que trabajan con niños es tan importante como el que se presta a los pequeños porque está encami nado a mejorar el entorno cultural que los rodea e influye en su formación como lectores. En las salas infantiles casi todo el fondo de libros se puede llevar a casa en calidad de préstamo pues se orienta no poner límites innecesarios al interés de los que se inician como lectores.

En los últimos tiempos se ha empezado a introducir en algunas salas un sistema de clasificación alfabético de creación nacional comprensible para los niños y que cubre todo el campo del conocimiento, atiende a los contenidos e intenciones de los textos y permite que los usuarios arriben al conocimiento de nuevos conceptos, básicos para su paso al segundo ciclo de la enseñanza primaria (quinto y sexto grados). Este sistema favorece la orientación hacia una amplia diversidad de temáticas y es compatible con el Sistema de Clasificación Decimal de Dewey. Hasta hace poco la inscripción de los pequeños se hacía alrededor de los cinco años de edad pero en la actualidad se ha comprendido que cuanto antes los padres quieran interesar a sus hijos en la lectura mejor aun serán los resultados en el futuro.

Los niños de estas edades no requieren del servicio de referencia como los de edades superiores pero es en la sala infantil donde comienzan a conocer las primeras obras de referencia a través de juegos y otras actividades que el bibliotecario prepara para este fin. En las colecciones situadas en las salas infantiles se hallan materiales que constituyen como un escalón para e l desarrollo, los niños que se interesan por ellos y los disfrutan se hallan ya en camino hacia las lecturas de la sala juvenil, no importan si tienen la edad y el supuesto grado escolar, el paso se hace natural y las recomendaciones de lectura que recibirán en lo adelante, los ayudarán a no dar pasos en falso en el camino por el que los llevan al desarrollo de sus capacidade s. La orientación de lecturas para todas las edades es individual y diferenciada y se apoya en el conocimiento de los libros, de las preferencias de la edad en cuestión y del conocimiento en particular de las necesidades y gustos del lector, de esta forma se puede hallar el libro adecuado a la persona adecuada en el momento adecuado. Esto se combina con actividades de grupo. Las salas juveniles brindan sus servicios a lectores de 10 a 14-15 años que corresponden a las categorías de segundo ciclo de enseñanza primaria (5to.-6to. grados) secundaria básica (7mo.- 9no. grados) y secundaria básica especializada.

El servicio está estructurado para atender a necesidades informativas, ofrecer orientación de lectura y dar servicio de consulta y referencia. Como complemento de la biblioteca escolar el servicio de consulta y referencia de las bibliotecas públicas recibe a diario gran número de escolares que requieren del mismo para la realización de sus deberes. El personal más hábil y experimentado atiende estos servicios. No obstante ser salas de estantería abierta, el servicio de orientación de lectura es muy estimulante pues estas edades se dejan guiar con gusto y les complace que se les organice un plan de recomendaciones acorde con sus preferencias, que el bibliotecario conoce desde la entrevista inicial. Este servicio tiene como objetivo fundamental lograr diversidad en la lectura para ampliar el horizonte cultural de estos lectores.

En la sala juvenil los usuarios adquirirán las habilidades necesarias para encaminarse más adelante en la biblioteca de adultos, como son el manejo del catálogo y de las obras de referencia, modos de conducta apropiadas, deberes y derechos y conocimiento de los distintos servicios que la biblioteca pondrá a su disposición. Por lo general un único buró de circulación y control de usuarios se encarga de las inscripciones, confección del carné de usuario, apertura del expediente de lectura y los préstamos de libros, láminas, diapositivas, filminas, mapas, así como de reclamar los préstamos atrasados.

El período de préstamos es de 7 ó 15 días según el volumen de los fondos y la población a servir. No se cobran multas por atrasos, sólo a los reincidentes y a aquellos que no tienen una disculpa se les suspende el préstamo por un tiempo prudencial.

Los libros extraviados deben ser sustituidos por otro igual o por alguno de los que aparecen en la lista de los títulos más solicitados o escasos. En el presente la edición o importación de libros es tan reducida que se selecciona uno de aquellos que el niños dice poseer y estar dispuesto a entregar en reemplazo. Se estimula entre los niños la donaci&oa cute;n de libros a la biblioteca como medida educativa y para contrarrestar los efectos de la ausencia de materias primas por la que atraviesa la industria editorial. El trabajo individual relacionado con la recomendación de libros es un proceso continuo que se combina con formas tradicionales y no tradicionales de la promoción de lectura y con diversos programas de actividades diseñados por cada biblioteca para la divulgación masiva o dirigida a grupos determinados de lectores.

Actividades como proyecciones de video y filminas sobre obras de la literatura, hora del cuento, dramatizaciones y títeres, comentarios de libros, círculos literarios para aquellos que se inclinan a escribir, círculos de bibliotecología que agrupan a amigos de la biblioteca, cursos de pintura y apreciación de las artes plásticas, revista oral, coros, audi ciones musicales y combinaciones de la plástica y la música, concursos de pintura y escritura sobre el libro preferido, concursos de papalotes, de cocina, de adivinanzas, de ajedrez y artesanía junto a exhibiciones y charlas de temas científicos relacionadas con el ecosistema, la protección de la naturaleza, acuarismo, mando mineral, malecología y otras s on instrumentos conocidos e inagotables empleados por unas u otras bibliotecas para apoyar y estimular la lectura. Desgraciadamente la actual situación económica ha reducido o anulado algunas actividades que se apoyan en el uso de equipos electrónicos como grabadoras, proyectores y tocadiscos que son de tecnología en desuso y para los que no existen repuestos.

Los planes trazados para dotar a las bibliotecas de modernos equipos que sustituirían otras tecnologías como grabadoras con salida a varios audífonos y computadoras para mejorar y acelerar los servicios así como dar acceso a los niños han quedado interrumpidos indefinidamente. La falta en el mercado de materiales no impresos así como de juguetes de construcción que se habían introducido con éxito en algunas bibliotecas en los últimos años han sido reemplazados por juegos de mesa didácticos de fácil construcción generados por el propio personal bibliotecario que conducen a la lectura a la par que divierten. Estos ya se diseminan por todo el país no sólo en las bibliotecas sino en las escuelas pues auxiliares pedagógicas y maestros se han interesado en copiarlos y se les han impartido seminarios sobre el tema.

Hay que mencionar especialmente el deseo de las bibliotecas para niños de ampliar el radio de influencia mediante la divulgación activa de los libros fuera del ámbito de la biblioteca. El bibliotecario visita escuelas, círculos infantiles, hospitales y consultorios médicos, hasta ellos lleva pequeñas cantidades de libros, lleva la narración oral, actividades de participación, juegos didácticos, recomendaciones de lecturas y estas instituciones o centros también visitan la biblioteca y se auxilian de ella para lograr los objetivos que se proponen. Por ejemplo, por años las consultas de psicología y psiquiatría infantil de algunos hospitales y policlínicos se han reunido en las bibliotecas p ara que sus pacientes reciban los beneficios de la narración oral de cuentos terapéuticos y la pintura infantil.

Recientemente las relaciones con los consultorios médicos han dado inicio a una experiencia prometedora: el Círculo de Abuelos, acompañado por su médico, visita la biblioteca dos veces al mes y en las salas para niños se les ofrece una visión de los servicios y una actividad de las que se hallan diseñadas normalmente para sus usuarios pequeñ ;os o adolescentes. La resultante ha sido que las abuelas disfrutan ¡encantadas! Estas actividades parecen "rejuvenecerlas". Más tarde, ya en casa, se comunican mejor con sus nietos y les trasmiten lo aprendido. Todo parece indicar que la biblioteca aporta más calidad a su vida y que ellas se convertirán en una eficaz ayuda para promover el libro y la importancia de los s ervicios bibliotecarios en el seno de la familia.

Para la realización de sus actividades las bibliotecas para niños cuentan con un salón del cuento que a menudo hace las funciones de sala de múltiples propósitos. También se recurre a patios interiores o exteriores que se prestan mejor a ciertas actividades. El teatro o sala de actividades de la biblioteca de adultos también sirve en ocasiones de apoyo a las actividades infantiles.

El personal bibliotecario obtiene su calificación de la Escuela de Técnicos de Biblioteca que, fundada en 1963 por el Consejo Nacional de Cultura, pasó en 1968 a formar parte del Ministerio de Educación. Los graduados universitarios proceden de la Licenciatura en Información Científico-Técnica y Bibliotecología cuya primera graduación data de 1973 y no ha dejado de graduar año tras año especialistas, algunos de los cuales trabajan en las bibliotecas para niños.

Muchos técnicos medios y graduados universitarios han realizado sus trabajos de diploma en la especialidad de servicios para niños, motivados quizás por el impacto positivo que ha tenido en ellos el período de vinculación de los estudios con la práctica pre-profesional generalizada en la enseñanza en Cuba, pero los bibliotecarios para niños en activo esperan que los que se sumen a esta profesión sean arrastrados por una pasión, inexplicable para los que se dejan llevar e incomprensible para los que no la han sentido.